SUCESOS

Roban 26.000 euros desde una ventana de treinta centímetros en O Piñeiral

photo_camera Al parecer, los ladrones se llevaron la caja que contenía la recaudación del mes
Los ladrones se colaron en el bar Dpaso y desatornillaron la caja fuerte de 60 kilos

El bar Dpaso sufrió un robo de lo más extraño. Les sustrajeron  26.000 euros a través de una ventana de 30 centímetros. Como si los ladrones se hubiesen tomado las medidas para acceder al interior  -y a la caja registradora también- dado que fue rápido y sin destrozos.

Óscar, el dueño del establecimiento de O Piñeiral, explica que “se colaron a través de la ventana apoyándose en un bordillo”. La forma física y la complexión de los autores tendría que ser hasta cierto punto atlética, pues la estrategia empleada demostró fuerza y elasticidad.

“Vinieron a por la caja el último día del mes, con todo el dinero de junio acumulado”, lamenta. Así, los ladrones se llevaron una recaudación de 12.000 euros y la caja registradora entera que tiene un valor de 14.000. 

Los trabajadores de Dpaso no daban crédito: no forzaron ninguna puerta o ventana, abrieron una escotilla de 30 centímetros -”que se hace con facilidad”- y se colaron a través de ella. Una vez dentro desatornillaron la caja y la sacaron por el mismo sitio: “Se la llevaron tal cual  y la colaron por la misma ventanilla, además giraron las cámaras para no ser grabados”, explica el gerente del local. 

“Lo bueno que tenía nuestra caja registradora es que es tan pesada que por su propio peso era difícil de robar, como una caja fuerte”, señala Óscar. Sin embargo, tras desatornillarla,  los sospechosos levantaron sus 60 kilos y la sacaron por la ventana. “Mínimo tuvieron que ser tres hombres o cuatro”, estima el propietario. 

El damnificado ya acudió a denunciar, el seguro solo le cubre 3.000 euros de los 26.000 perdidos. Además, no se pudo hacer nada para salvar la caja por que en Dpaso no tienen alarmas instaladas: “Nunca pensamos que podrían robarnos de esta manera”, explica el propietario.

 Al dueño del local le sorprendió  el objetivo de los amigos de lo ajeno: “Siempre van a por las tragaperras, que son más fáciles de robar, sin embargo, esta vez la dejaron intacta, sabían a lo que venían”, explica.

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