Uno de los ladrones, que ayer ingresó en prisión, había quedado en libertad con cargos ese mismo día

Roban por séptima vez en 50 días un comercio de la ciudad

Escaparate del comercio asaltado en la calle Santo Domingo. (Foto: JOSÉ PAZ)
Miguel Estrada Sueiro, de 22 años, se empeña una y otra vez en frecuentar los calabozos y el juzgado de guardia. Hasta tal punto que su ficha policial consta de 27 detenciones. Su perseverancia es tal que el pasado sábado conseguía superarse a sí mismo con un doble desafío: declarar por la mañana como imputado por tres robos con fuerza en oficinas y volver al calabozo esa misma noche por más de lo mismo, pero en una tienda de ropa.
Agentes adscritos a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría lo detuvieron el viernes por su presunta implicación en los robos de oficinas de la calle Concordia de la ciudad. Estas sustracciones habían ocurrido el día 10, cuando Estrada Sueiro, según asegura la Policía, fracturó la puertas de acceso y sustrajo tres ordenadores portátiles y dos teléfonos móviles. A las doce de la mañana del día siguiente, compareció en el juzgado pero el magistrado de guardia lo dejó en libertad con cargos.

Ahora bien, el temor a las consecuencias de una temporada en prisión no le traspasó demasiado. Dos horas y media después de abandonar el Pazo de Xustiza era denunciado (identificado por personal de seguridad pero no fue detenido) por haber intentado robar varias consolas en el centro comercial Ponte Vella.


GALERÍAS SOL

Y en su pertinaz desafío de la legalidad, antes de acabar el día volvió a las andadas. La Policía Nacional lo detenía pasadas las seis de la madrugada , esta vez en relación al robo perpetrado en 'Star', un tienda multimarca de ropa de las Galerías Sol, en la calle Santo Domingo. No lo tuvo demasiado difícil ya que poco antes otra persona se había pasado por el mismo negocio con idéntico propósito: Víctor Manuel Gómez García, quien fracturó con un bloque de cemento el cristal del escaparate. A este último, según informó la Policía Nacional ayer, le constan 21 detenciones anteriores. De hecho, hasta el jueves de la pasada semana había estado en prisión provisional en relación a otra robo perpetrado en el mismo negocio el 19 de abril.

El propietario confesó a este diario la 'impotencia' e 'intranquilidad' que siente tras un periplo de continuas declaraciones ante la policía, visitas a los juzgados, inventarios de mercancía... Y así hasta siete veces en mes y medio. De hecho, el sábado se convirtió en víctima por partida doble. A las 3,30 horas la policía lo alertaba de un robo en su local comercial y a las 6,20 horas, cuando acababa de regresar a casa, pudo visionar desde las cámaras de seguridad como entre cuatro y cinco individuos se movían como pez en el agua en el interior de la tienda, apoderándose de más de 300 prendas. De hecho, Miguel Estrada pudo ser detenido porque, lejos de darse a la fuga como el resto de sus colegas, quedó en el interior de la tienda echándole un ojo a la ropa que más le llenaba el ojo con la osadía de un más difícil todavía.

En la tarde de ayer, tanto él como Víctor Manuel Gómez pasaban de nuevo al disposición judicial. Mientras que el último quedaba en libertad con cargos, Miguel Estrada no conseguía el reto de burlar a la policía una vez más. El mismo juez que el sábado lo dejó en libertad, lo enviaba esta vez a prisión.

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