Un agente de la Policía Local dio la alarma cuando advirtió que el pavimento se abombaba

La rotura de una tubería en A Ponte afecta a 1.500 vecinos

Un agente de la Policía Local señala el punto donde comenzó a abombarse el pavimento. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La rotura de una tubería de agua en el barrio de A Ponte afectó por falta de suministro y presión, durante parte de la mañana de ayer, a unos 1.500 vecinos aproximadamente. El problema volvió a suscitarse en un tubo de fibrocemento, material del que está dotada la red de abastecimiento más antigua de la ciudad, y que en algunos casos supera los 30 años de antigüedad. Fuentes de la Concellaría de Medio Ambiente, señalaron que la tubería forma parte de la red arterial, y de ahí su importancia en el suministro de agua en la zona de A Ponte.
La rotura se produjo en el cruce de la calle Ribeiriño en su intersección con la avenida de las Caldas, en las proximidades del Puente Romano. Aquellas zonas que se quedaron sin agua se correspondieron con los números impares de la calle Ribeiro y la esquina de As Caldas con Puente Romano. Las zonas que vieron disminuida la presión incluyeron parte de la avenida de Marín, Camino Caneiro y As Caldas. En total, fueron 500 viviendas las directamente perjudicadas.

La rotura se produjo, según señalaron desde la Policía Local, a las 9.37 horas. En ese momento, un agente de servicio por la zona informó de que salía mucha agua por una arqueta situada en la intersección de la avenida das Caldas y la calle Ribeiriño-Ribeira de Canedo. Personal de Aquagest se trasladó a la zona de la avería cuando la Policía Local dio la alerta, y comprobó que la calzada estaba empezando a levantarse. En ese momento, se decidió cortar la circulación en tres calles. En concreto, se restringió al tráfico la avenida das Caldas, en sentido descendente, donde los vehículos fueron desviados por la calle Mercado. Asimismo, los agentes cortaron la calle Ribeiriño y la calle Ribeira de Canedo, mientras que la circulación se desvió por la Avenida de Caldas en sentido ascendente. Al lugar también se trasladó maquinaria para 'perforar' la calzada y acceder a la avería, a fin de sustituir la tubería rota, dado que la calzada no llegó a romperse.

Una parte de la ciudad se abastece de agua que se mueve por un circuito compuesto, en muchos tramos, por tuberías de fibrocemento con más de tres décadas de antigüedad. Las averías son habituales. Tan comunes, que Medio Ambiente ha contabilizado una media de ocho incidencias diarias, entre pequeñas fugas, holguras en las juntas, y roturas. Es más, la media de reventones importantes se calcula entre cuatro y seis cada mes. La Concellería de Medio Ambiente calcula que sería preciso cambiar unos 100 kilómetros de tuberías a lo largo del casco urbano para evitar las sucesivas roturas.

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