El controvertido tesoro arquitectónico de la ciudad abre al público para ser visitado y admirado, tras diez años sumido en el abandono

San Francisco renace en su Claustro

Panorámica de los cuatro frentes del claustro gótico de San Francisco (Foto: M. ANGEL    )
La posesión de uno de los mas apreciados tesoros de la ciudad no se encuentra exento de controversia; su fascinante e intrincado devenir acrecienta esta tesitura.
La orden de los Franciscanos se asienta en la ciudad aproximadamente en el siglo XIII, en la zona que actualmente ocupa la Plaza del Corregidor; diferencias entre Obispado y Concello acaban con la quema y destrucción de sus instalaciones en 1292 por parte de los partidarios del Obispo Pedro Yáñez de Novoa; años mas tarde, los herederos de aquel, son obligados por el Papa Clemente V a reconstruir el emplazamiento, terminado en 1350, llevando a cabo la paciente consecución de la obra de arte que hoy en día podemos apreciar.

La historia no acaba aquí: la desamortización introdujo al conjunto en una suerte de limbo, que no ha cesado desde la fecha, 1835, hasta hoy, siendo usado como instalación militar; como hospital improvisado para la epidemia de cólera en 1855; el 'traslado' de su iglesia hasta el parque de San Lázaro en 1929.

Y la polémica mas reciente: la redimensión del espacio para albergar un complejo cultural, hasta la fecha tan majestuoso como inacabado. Así, llega hasta nosotros un destello maravilloso de aquella industria, con la reciente apertura del Claustro Gótico.


REFERENTE 'TREMENDO'.

Xulio Rodríguez, director del Museo Arqueológico de Ourense, valora positivamente su apertura: 'Se trata de un referente para la ciudad, un bien patrimonial desde el punto de vista social y cultural. Se encuentra además en sinergia con la sala que el Museo posee en ese espacio; desde su apertura las visitas han aumentado'

Para José María Eguileta, arqueólogo municipal, la obra descolla por su propia esencia: 'La pieza es tremenda, forma parte de un convento que fue crucial para la historia de Ourense, protagonista de los conflictos entre la Iglesia y el Concello a finales del siglo XIII. Su parte monumental es un claustro totalmente especial, tiene una calidad artística tremenda.'

Eguileta considera que el trabajo llevado a cabo es correcto: 'Se respetó todo lo original, se potenció lo existente sin alterarlo. Es una parte de la obra que se integra al proyecto del archivo, pero se respeta el entorno del claustro, sus pavimentos, el ajardinamiento, todo con criterios de consolidación.'

No obstante, la polémica por la posesión de esta joya, pervive hasta nuestros días, reflejándose en la serie de acciones controvertidas que han sido llevadas a cabo sobre todo el conjunto. Unas acciones que Xulio Rodríguez considera no siempre acertadas: 'No hubo visión general de todo el conjunto en unas acciones demasiado desconectadas entre sí. El espacio posee otras formas de uso que deben ser consideradas.'

Por último, una de las mas recientes ideas surgidas, el 're-traslado' de la iglesia a su emplazamiento original, no parece mas que ahondar en esta serie de polémicas que acompaña al conjunto mas de seiscientos años después. Al menos así lo considera Rodríguez: 'Todo el conjunto ha sido históricamente polémico desde su creación. El espacio que ocupó la iglesia tiene un gran interés y es necesario recuperarlo y rescatarlo. Los laterales originales allí conservados poseen un valor histórico-artístico importante por los lucillos funerarios que poseen, y que sería necesario rescatar.'.

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