Ourense revivió ayer la centenaria tradición del 'desplante' que realiza la Corporación local al obispo, pero sin obispo propio. A falta de un titular de la Diócesis de Ourense, fue el emérito de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, quien presidió los actos que pusieron fin a la Semana Santa.
La celebración de la Pascua de Resurrección comenzó con una misa en la iglesia de Santa María Nai, a la que siguió la procesión de la imagen hasta la Catedral. Por primera vez, la talla que realizó el recorrido no fue la original, sino una fiel reproducción diseñada para evitar posibles daños en la primera. La procesión fue seguida por numerosos devotos, entre ellos representantes de la corporación local: el alcalde, Francisco Rodríguez, junto los concejales Áurea Soto, Antonio Penín, María Devesa, Odilo Masid y Francisco Javier Rodríguez Nóvoa.
La misa de Resurrección fue oficiada por Diéguez Reboredo quien, en su homilía, se refirió al segundo libro del Papa sobre la resurrección de Jesús.
Los actos religiosos finalizaron con el regreso de la imagen de Santa María Nai a su iglesia titular, recorrido que no completaron los políticos, cumpliendo así la tradición del 'desplante'.
La misa de Resurrección fue oficiada por Diéguez Reboredo quien, en su homilía, se refirió al segundo libro del Papa sobre la resurrección de Jesús.
Los actos religiosos finalizaron con el regreso de la imagen de Santa María Nai a su iglesia titular, recorrido que no completaron los políticos, cumpliendo así la tradición del 'desplante'.
