La Asociación de Criadores de Aves de Galicia (Acriaga) y el sindicato Unións Agrarias consideran que están en peligro 325 empleos directos y 1.235 indirectos en la producción cárnica avícola en la provincia, ya que las grandes cadenas de distribución (apuntaron a Alcampo, Carrefour, Hipercor y Mercadona) están imponiendo un precio por debajo de costes que, en el último semestre, ha ocasionado unas pérdidas de 16,5 millones de euros a los productores ourensanos.
Así lo dieron a conocer ayer Javier López, de Acriaga, y José Luis Fernández Celis, de Unións Agrarias, en la presentación de un informe sobre la situación que atraviesa el sector.
'A actitude hipócrita da distribución, na que as grandes cadeas marcan as pautas, está causando unha situación moi preocupante', indicó Javier López, quien explicó que la producción de un kilo de carne de pollo cuesta 1,95 euros, pero 'a distribución nos obliga a venderlle a 1,47', indica, con una pérdida de 48 céntimos por kilo y que, teniendo en cuenta la producción existente en Ourense, ha ocasionado 16,5 millones en pérdidas en los últimos meses.
López sostiene que la distribución está utilizando el pollo como producto reclamo, bajando los precios, y asegura que en los últimos meses se podía adquirir en cuatro conocidas cadenas a 1,99 euros por kilo, en todos los casos con el mismo precio. Al respecto, critica también a la Comisión de Competencia por examinar 'con lupa' a los pequeños productores, 'pero esta práctica das distribuidoras non a ve'.
López instó a la Xunta a convocar a productores, industria y distribución 'para chegar a un acordo que poña fin a esta práctica y garantice precios xustos'.
Esta situación preocupa también a la empresa Coren. 'Es un problema de todos los productores a nivel nacional', explica Emilio Rial, director general adjunto del grupo. Según indica, entre 2012 y 2013 se ha producido un incremento de precio de las materias primas de un 40%, que suponen el 70% del coste de la producción del pollo. En concreto, el coste medio del cereal pasó de 150 a 250 euros por tonelada, pero la soja llegó a duplicar su precio el año pasado (pasando de 300 a 600 euros por tonelada, si bien actualmente está en 440). 'Todos estos costes los absorbe el productor, porque las distribuidoras se niegan a variar el precio ', precisa Rial. La compañía reclama que la Ley de Seguridad Alimentaria 'garantice un equilibrio entre productor y distribuidor' y evitar estas situaciones abusivas.
'A actitude hipócrita da distribución, na que as grandes cadeas marcan as pautas, está causando unha situación moi preocupante', indicó Javier López, quien explicó que la producción de un kilo de carne de pollo cuesta 1,95 euros, pero 'a distribución nos obliga a venderlle a 1,47', indica, con una pérdida de 48 céntimos por kilo y que, teniendo en cuenta la producción existente en Ourense, ha ocasionado 16,5 millones en pérdidas en los últimos meses.
López sostiene que la distribución está utilizando el pollo como producto reclamo, bajando los precios, y asegura que en los últimos meses se podía adquirir en cuatro conocidas cadenas a 1,99 euros por kilo, en todos los casos con el mismo precio. Al respecto, critica también a la Comisión de Competencia por examinar 'con lupa' a los pequeños productores, 'pero esta práctica das distribuidoras non a ve'.
López instó a la Xunta a convocar a productores, industria y distribución 'para chegar a un acordo que poña fin a esta práctica y garantice precios xustos'.
Esta situación preocupa también a la empresa Coren. 'Es un problema de todos los productores a nivel nacional', explica Emilio Rial, director general adjunto del grupo. Según indica, entre 2012 y 2013 se ha producido un incremento de precio de las materias primas de un 40%, que suponen el 70% del coste de la producción del pollo. En concreto, el coste medio del cereal pasó de 150 a 250 euros por tonelada, pero la soja llegó a duplicar su precio el año pasado (pasando de 300 a 600 euros por tonelada, si bien actualmente está en 440). 'Todos estos costes los absorbe el productor, porque las distribuidoras se niegan a variar el precio ', precisa Rial. La compañía reclama que la Ley de Seguridad Alimentaria 'garantice un equilibrio entre productor y distribuidor' y evitar estas situaciones abusivas.
