El sector de la madera representa al menos el 30% de la actividad industrial de 26 municipios de la provincia, todos ellos de marcado carácter rural, según recoge el informe 'Análise da cadea forestal-madeira', que recientemente editó el Instituto Galego de Estatística. En cinco de ellos, incluso, tiene un peso superior al 50%, según destaca el estudio: Coles, Piñor, Pontedeva, Quintela de Leirado y Sarreaus.
El Instituto de Estatística recoge, asimismo, datos sobre la evolución del número de empresas y empleos en el sector, que muestran la caída en los últimos años. Así, en 2009 había en la provincia 506 empresas dedicadas a actividades de este ámbito, mientras que en 2011 (último año disponible) habían caído a 475. En lo que respecta a los puestos de trabajo, en 2009 se contabilizaban una media de 2.743 empleos, pero en 2012 habían descendido más de un 20% (cayendo a 2.122).
El presidente de la Confederación de Empresarios de Madera en Galicia, el ourensano Elier Ojea, sostiene que las empresas llevan ya varios años sufriendo la reducción de actividad, ya que en gran medida el sector depende de la actividad de la construcción. Así, explica que las de mayor tamaño han tenido que acometer reajustes de personal para poder afrontar este contexto, mientras que las más pequeñas 'intentan aguantar', aunque parte de ellas acaban desapareciendo también por la falta de relevo generacional.
A su juicio, el sector tiene un gran peso en la actividad económica de la provincia, pero es necesario acometer reformas que permitan aprovechar todo su potencial y hacerlo más rentable. 'Somos una industria muy importante, pero afronta muchos problemas ante los que no somos capaces de aglutinar esfuerzos', sostiene. Uno de los mayores hándicaps que coartan el desarrollo del sector es el minifundismo, a lo que se añade el problema de los incendios, como consecuencia de una mala gestión forestal.
En este sentido, desde Confemadera están elaborando un estudio con medidas para 'diseñar una estrategia forestal', que espera que se complete con una 'apuesta decidida de la administración' para potenciarlo. 'Es un sector estratégico, que necesita un nivel de apoyo que se hecha en falta', indica.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Madera en Galicia, el ourensano Elier Ojea, sostiene que las empresas llevan ya varios años sufriendo la reducción de actividad, ya que en gran medida el sector depende de la actividad de la construcción. Así, explica que las de mayor tamaño han tenido que acometer reajustes de personal para poder afrontar este contexto, mientras que las más pequeñas 'intentan aguantar', aunque parte de ellas acaban desapareciendo también por la falta de relevo generacional.
A su juicio, el sector tiene un gran peso en la actividad económica de la provincia, pero es necesario acometer reformas que permitan aprovechar todo su potencial y hacerlo más rentable. 'Somos una industria muy importante, pero afronta muchos problemas ante los que no somos capaces de aglutinar esfuerzos', sostiene. Uno de los mayores hándicaps que coartan el desarrollo del sector es el minifundismo, a lo que se añade el problema de los incendios, como consecuencia de una mala gestión forestal.
En este sentido, desde Confemadera están elaborando un estudio con medidas para 'diseñar una estrategia forestal', que espera que se complete con una 'apuesta decidida de la administración' para potenciarlo. 'Es un sector estratégico, que necesita un nivel de apoyo que se hecha en falta', indica.
