La ciudad y su entorno vibraron en un domingo marcado por las buenas temperaturas y por las ganas de disfrutar, como mostró la gran asistencia.
El Entroido llegó ayer a cada rincón de la ciudad y de su entorno, para hacer las delicias de unos vecinos entregados a la causa, que aprovecharon el buen tiempo para sacar a relucir sus disfraces más veraniegos. En Seixalbo, como marca la tradición, disfrutaron de un gran cocido popular, que fue el culmen a una sesión vermú animada por el grupo “Airiños de Caldelas”. Tras el almuerzo comenzó el baile de disfraces con la orquesta “Miramar” y la charanga “Brexit”.
Música y comida tampoco faltaron en el Entroido de Frei Canedo, donde los asistentes dieron buena cuenta de la carne ó caldeiro, el pulpo y el vino, todo ello amenizado por el “Dúo Pégate”. Antes, los más pequeños gozaron de una amplia sesión matutina de juegos populares, en compañía de los animadores profesionales. Para finalizar la jornada tuvo lugar el espectáculo del concierto “La Banda”.
Más allá de todas las celebraciones, el espíritu de esta fecha llegó incluso hasta los que tuvieron que trabajar ayer, como ocurrió con los trabajadores del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, a quienes visitaron las “bonitas” de Sande para hacer más llevadera su jornada con orejas y otros dulces.
