Las setas también salen en primavera, aunque no sea una campaña tan fructífera como la de otoño. Aún así, los micólogos señalan un progresivo declive en la recogida de estos hongos
La campaña de setas de primavera sigue siendo una desconocida para el gran público. A pesar de que tiene menor entidad que la de otoño, en la que sale un mayor número de estos hongos, está marcada en rojo para los amantes de la micología. Las que salen en esta estación también están muy valoradas en los fogones. Pero las campañas de recogida a ojos de los micólogos son progresivamente peores.
La de este año, según José Luis Rico, presidente de la Xuntanza de Micólogos Os Cogordos, está siendo por lo general mala. “Este año hay muy poquita cosa”, dice. Rico achaca a la falta de lluvias la poca abundancia de setas esta primavera. Y explica que las condiciones ideales para que su crecimiento prospere son que la estación sea lluviosa y que la temperatura no sea fría.
“Tienen que seguir unas condiciones de humedad y temperatura constantes para que la seta pueda seguir desarrollándose”, detalla. Para Rico, este año no sucedió así. “Sí he visto setas, pero la mayoría de ellas ya estaban pasadas, ya estaban deshidratadas y secas”. El hecho de que llueva durante esta semana podría abrir la puerta a que a finales de mes haya algún brote.
No comparte su opinión Alejandro Mínguez, de la Asociación Cultural e Micolóxica de Celanova, aunque también matiza que no tiene por qué tratarse de algo contradictorio. “Yo hablo fundamentalmente de la zona de Celanova. Dentro de la provincia pueden salir en algunos sitios sí en otros no” y señala también la existencia de microclimas con diferentes condiciones meteorológicas. Algo en lo que coincide José Luis Rico: “El tiempo no es el mismo en todas partes”.
Dice Mínguez que no está siendo un año especialmente malo. “Estamos dentro de una primavera normal, ni muy mala ni muy buena. Estamos en un término medio”, valora. Asimismo, recuerda que aún queda el mes de mayo y parte de junio para que finalice la temporada primaveral, por lo que aún pueden caer precipitaciones que ayuden al crecimiento de estos hongos.
Lo que sí lamenta es que las campañas de recogida ya no tienen el brillo de antaño. “Hace mucho tiempo que ya no son maravillosas las campañas de setas. Ni en primavera, ni en otoño, ni en nada”, dice. Enumera varias posibles causas, aunque indica que habría que hacer un estudio: pero achaca este declive a la falta de regulación que existía en muchos sitios, al abandono del campo y al cambio climático: “Los ciclos naturales de antes han ido desapareciendo”. De todos modos añade que el fenómeno global “ha afectado a todo”.
Especies muy valoradas
En la campaña de primavera se recogen algunas especies de setas que son muy valoradas. Por ejemplo, las del género Morchella, también conocidas como colmenillas o cogomelos de coresma. José Luis Rico dice que no son muy abundantes en la provincia, aunque comenta haberlas encontrado en sitios como el Paseo das Ninfas o la ribera del Arnoia: “Las setas son muy caprichosas”. También se dan en la zona de Valdeorras. A pesar de ser comestibles son tóxicas en fresco, por lo que es necesario deshidratarlas y luego cocinarlas bien.
Y es que cada seta se prepara de manera diferente. Alejandro Mínguez distingue “a lo mejor 30 maneras diferentes” de cocinarlas según el género o especie a la que pertenezcan. Además afirma que son un buen acompañamiento para diversos tipos de platos, como carnes o arroz.
Otras seta muy buscada es la Calocybe gambosa, por la que se pagan altos precios en otras zonas de España. O la Hygroforus marzuolus, propia de marzo y que prefiere altitudes superiores a los 900 metros de altura. Explica Rico que gente de su asociación fue a la zona de Manzaneda a buscarla, pero que no la encontraron nunca.
