“Soy voluntario para integrarme y ofrecer algo de mí mismo”

Dentro de la actividad del voluntariado en Ourense, destaca el crecimiento paulatino pero constante de las personas foráneas que aportan su granito de arena a los esfuerzos por ayudar a las personas más necesitadas. En el caso de la Cruz Roja, de las 3.287 personas que colaboran actualmente en la provincia a través de su organización, más de 600 son de origen extranjero. Para los voluntarios internacionales, este servicio humanitario es una oportunidad para crear lazos en su nuevo lugar de residencia y, al mismo tiempo, una manera de buscar y mejorar una vocación que va más allá de las fronteras y lo estrictamente profesional. ¿Por qué deciden tomar el camino del voluntariado? “Por necesidad”, confirma Jorge Míguez, venezolano originario de la ciudad de Cagua. Con honestidad y las ideas claras, explica por qué decidió hacerse voluntario: “Primero, para integrarme y ofrecer algo de mí mismo”. Dentro de la Cruz Roja, Míguez da clases de yoga a personas mayores “por amor y para poder brindar estados de ánimo y salud positivos”. Con solo siete meses en Ourense, su actividad como monitor le ha servido para darse a conocer entre los lugareños y que o saluden por la calle, un reconocimiento que, para él, supone un “beneficio para los de fuera”. De la misma manera, Diully Rodrigues encuentra en el voluntariado una manera de participar activamente en la sociedad local: para asistir a los más vulnerables se propuso “ir a clases de español y aprender la cultura de Ourense, muy distinta de la mía”. Procedente de Florianópolis, capital del estado brasileño de Santa Catarina, Rodrigues llegó a España dos meses antes del comienzo de los confinamientos, con un graduado en Odontología y sin conocer el idioma: “Cuando llegué solo tenía a mi marido”. En esos primeros momentos de necesidad acuciante provocados por la pandemia del covid, Rodrigues encontró su lugar colaborando en las tareas administrativas de la Cruz Roja, en lo que ella define como un “gesto de empatía”. La iniciativa de Mohamed Fadel es más ambiciosa y personal: “El voluntariado es la tarea más hermosa que prestar a la humanidad”. Farmacéutico y diplomado en Enfermería, Fadel trabaja en el departamento de salud de la organización: reparto de medicamentos, campañas de sensibilización y programas de vacunación contra el covid, todo parte de lo que él considera su “deber hacia el futuro”. Su voluntad es ganar experiencia y, con ella, ayudar a los necesitados, especialmente a sus compatriotas: los refugiados saharauis exiliados en campamentos de Argelia, que dependen de las aportaciones y del apoyo de organizaciones internacionales para sobrevivir en condiciones muy duras. “No tengo idea de quedarme, quiero volver al campamento para ejercer mi deber ahí”. Otro integrante familiarizado con pasar a la acción en su comunidad de origen es Diego Andrey Acosta, un ingeniero ambiental oriundo de Colombia. En el barrio de Las Cruces de Bogotá formó parte de un proyecto de recogida, clasificación y venta de residuos, con cuyos ingresos compraban fármacos y comida para los perros callejeros. Ahora su labor se centra principalmente en el voluntariado de juventud, echando una mano a los más pequeños con los deberes de la escuela. Gracias a los vínculos que ha ido forjando con su trabajo, en la Cruz Roja ha encontrado un nuevo hogar: “Es una casa diferente a la que tenía, pero es una familia, con la calidez de un hogar, porque todos pasamos por lo mismo al venir acá”. Jorge Míguez, que como instructor de yoga valora la flexibilidad, considera apunta que una de las ventajas de su cometido es la adaptación mutua entre la institución y los voluntarios: “No hay una imposición de actividades, cada cual realiza lo que sabe hacer mejor”. Junto al resto de colaboradores, Míguez, Rodrigues, Fadel y Acosta forman parte de un gran conjunto que destaca por ser un ejemplo de humanidad y universalidad, según Tania Valeije, responsable provincial de voluntariado de la Cruz Roja. “La cuestión no es ir a donde te necesitan, sino cómo puedes ayudar dando lo que tienes”, sentencia Míguez.