A falta de una nueva normativa municipal de paisaje urbano, el Concello prosigue con su campaña de ordenación de la publicidad en la calle. Después de que el año pasado comenzase la legalización de los grandes paneles publicitarios, los técnicos controlan ahora la ubicación de las vallas que, sin licencia o con ella vencida, se ubican alrededor de los contenedores de obra o a modo de 'reserva' de aparcamiento para una furgoneta u otro vehículo.
Desde que comenzó el año, se han detectado 42 vallas de este tipo en la ciudad, expedientes que llevan consigo la retirada de la vía pública y, en caso de desoír la notificación municipal, una sanción económica que puede llegar a los 1.000 euros.
No en vano, los edificios se han convertido paulatinamente en soportes publicitarios, en la mayoría de las ocasiones sin contar con el pertinente permiso municipal. En estos primeros cinco meses de 2010, el Concello ha abierto expedientes por ocho lonas murales colocadas en las medianeras de diversos inmuebles de la ciudad.
El objetivo de esta vigilancia es que se cumpla la ordenanza municipal existente, en vigor de 1997 con el propósito de ordenar la colocación de la publicidad y que, en orden a la normativa, se haga contando con los pertinentes permisos municipales.
Pero si la sanción de estas vallas y lonas ilegales es relativamente novedosa, el Concello lleva meses intentando regular las grandes vallas publicitarias. En lo que va de año se han retirado ya voluntariamente 30 de distintas zonas de la ciudad después de que se abriesen los correspondientes expedientes y, en algunos casos, se contasen con informes de la Policía Local aconsejando su retirada por posibles distracciones a los conductores, como ocurrió con algunas estructuras ubicadas en la calle Otero Pedrayo de la ciudad, en un tramo de concentración de accidentes.
A diferencia de lo que ocurrió con éstas, en el caso de las vallas de obra -también de los contenedores colocados sin licencia- es más sencillo para los técnicos municipales conocer con exactitud quién es el responsable de estas estructuras para instarle a su retirada, ya que suelen pertenecer a la misma empresa que se anuncia.
Cuando el Concello notifica una advertencia de este tipo, los propietarios de las vallas suelen colaborar en su retirada. Así, a mediados del año pasado los técnicos municipales habían contabilizado cerca de 250 vallas instaladas en la ciudad, de las que alrededor del 90% no tenían licencia. Comenzaron entonces una serie de averiguaciones para tratar de dar con los propietarios e instarles a legalizarlas (abonando las correspondientes tasas) o, en el caso de que fuera imposible la obtención de licencia (por estar en zonas verdes o a una cierta distancia de las carreteras), ordenarle su retirada. El Concello ya ha abierto expedientes relacionados con casi un centenar de vallas, colocadas en numerosos puntos, como Marcelo Macías y Vistahermosa, entre otros.
Ponte Vella
Uno de los soportes publicitarios expedientados por el departamento de disciplina urbanística del Concello es la pantalla publicitaria del centro comercial Ponte Vella. Aunque la superficie había solicitado el correspondiente permiso de instalación, ya que entiende que la estructura se encuentra en una zona privada, el Concello ya se pronunció en una ocasión sobre la retirada de la misma, decisión que fue alegada desde el centro comercial.
A falta de una decisión municipal definitiva, que podría producirse en breve, en el Registro de la Propiedad consta como espacio público toda la superficie que rodea al centro comercial y que no está bajo cubierta, lo que llevaría a la obligatoriedad de la retirada de la pantalla ubicada en la entrada principal y que podría afectar también a los veladores instalados en la terraza de la superficie. No obstante, sobre este tema tendrán que pronunciarse aún los técnicos municipales y comunicárselo al centro comercial.
No en vano, los edificios se han convertido paulatinamente en soportes publicitarios, en la mayoría de las ocasiones sin contar con el pertinente permiso municipal. En estos primeros cinco meses de 2010, el Concello ha abierto expedientes por ocho lonas murales colocadas en las medianeras de diversos inmuebles de la ciudad.
El objetivo de esta vigilancia es que se cumpla la ordenanza municipal existente, en vigor de 1997 con el propósito de ordenar la colocación de la publicidad y que, en orden a la normativa, se haga contando con los pertinentes permisos municipales.
Pero si la sanción de estas vallas y lonas ilegales es relativamente novedosa, el Concello lleva meses intentando regular las grandes vallas publicitarias. En lo que va de año se han retirado ya voluntariamente 30 de distintas zonas de la ciudad después de que se abriesen los correspondientes expedientes y, en algunos casos, se contasen con informes de la Policía Local aconsejando su retirada por posibles distracciones a los conductores, como ocurrió con algunas estructuras ubicadas en la calle Otero Pedrayo de la ciudad, en un tramo de concentración de accidentes.
A diferencia de lo que ocurrió con éstas, en el caso de las vallas de obra -también de los contenedores colocados sin licencia- es más sencillo para los técnicos municipales conocer con exactitud quién es el responsable de estas estructuras para instarle a su retirada, ya que suelen pertenecer a la misma empresa que se anuncia.
Cuando el Concello notifica una advertencia de este tipo, los propietarios de las vallas suelen colaborar en su retirada. Así, a mediados del año pasado los técnicos municipales habían contabilizado cerca de 250 vallas instaladas en la ciudad, de las que alrededor del 90% no tenían licencia. Comenzaron entonces una serie de averiguaciones para tratar de dar con los propietarios e instarles a legalizarlas (abonando las correspondientes tasas) o, en el caso de que fuera imposible la obtención de licencia (por estar en zonas verdes o a una cierta distancia de las carreteras), ordenarle su retirada. El Concello ya ha abierto expedientes relacionados con casi un centenar de vallas, colocadas en numerosos puntos, como Marcelo Macías y Vistahermosa, entre otros.
Ponte Vella
Uno de los soportes publicitarios expedientados por el departamento de disciplina urbanística del Concello es la pantalla publicitaria del centro comercial Ponte Vella. Aunque la superficie había solicitado el correspondiente permiso de instalación, ya que entiende que la estructura se encuentra en una zona privada, el Concello ya se pronunció en una ocasión sobre la retirada de la misma, decisión que fue alegada desde el centro comercial.
A falta de una decisión municipal definitiva, que podría producirse en breve, en el Registro de la Propiedad consta como espacio público toda la superficie que rodea al centro comercial y que no está bajo cubierta, lo que llevaría a la obligatoriedad de la retirada de la pantalla ubicada en la entrada principal y que podría afectar también a los veladores instalados en la terraza de la superficie. No obstante, sobre este tema tendrán que pronunciarse aún los técnicos municipales y comunicárselo al centro comercial.
