La nevada dejó incomunicados a 225 pueblos de las comarcas de Trives, A Limia, Monterrei, Valdeorras y Macizo Central

‘Teremos que botar man dos productos da matanza’

La nevada cubrió incluso los paneles informativos hacia los distintos pueblos. (Foto: Martiño Pinal)
Un total de 225 pueblos de las comarcas de Monterrei, A Limia, Baixa Limia, Maceda, Trives, Valdeorras y todos los situados en las laderas del Macido Central quedaron ayer incomunicados debido a la nevada. La situación, que se prolongó hasta bien entrada la tarde, obligó a cancelar consultas médicas e incluso a aplazar los desplazamientos en coche para realizar las compras para la Nochebuena en los supermercados de las villas y la ciudad. Los efectivos de emergencia repartieron diez toneladas de sal y en por la tarde ya no había ninguna aldea aislada. La nieve permitió a la estación de Manzaneda abrir 13 kilómetros de pistas para esquiar.
La nieve descendió ayer hasta cotas muy bajas, llegando a caer copos en las calles de Verín, Xinzo, Maceda y Allariz, aunque sin llegar a cuajar. Sin embargo, 225 pueblos de las comarcas de Monterrei, Trives, Valdeorras, Xinzo, Viana y todos los pueblos situados en las laderas del Macizo Central quedaron incomunicados, obligando a los vecinos a cancelar consultas médicas y aplazar los desplazamientos en coche para realizar las compras de Navidad. ‘Por sorte temos feita a compra para a cea de Noiteboa e, si o mal tempo perdura, botaremos man dos productos da matanza’, bromeaba Avelina Domínguez, vecina del pueblo de A Fraga (Lobeira), donde los 18 habitantes miraban la carretera a la espera de la llegada de una quitanieves. ‘Non nos importa o frío, só que os nosos fillos que residen en Ourense, Sarria e Pontevedra, den chegado para a cea’, apuntaba su marido, José Álvarez. Mientras, en el pueblo de Taboazas, varios vecinos que trabajan fuera del concello se quedaron sin cumplir con su jornada laboral al estar incomunicados por la nieve.

Protección Civil repartió sal en los accesos a las poblaciones que estaban incomunicadas. En total fueron esparcidas 10 toneladas, según dio a conocer la Xunta.

Camba, en el municipio de Laza, es otro de los pueblos que estaba aislado, pero una vez que pasó la quitanieves y echaron sal ya se puede salir del pueblo’, explicó José Alvarez. ‘Lo que más nos preocupaba eran las compras de Navidad, porque aún no disponíamos de ningún producto’, apuntó. La nieve permitió a la estación invernal de Manzaneda abrir 13 kilómetros de pistas para la práctica del esquí.

Rescate de una quitanieves en Vilardevós

La nieve no sólo complicó la circulación de vehículos sino también de las máquinas quitanieves. En Vilardevós, concretamente en el kilómetro 15,5 de la OU-310, un camión que se afanaba en retirar la nevada se salió de la calzada y quedó atrapado en el manto de nieve. Los vecinos tuvieron que socorrerlo empleando incluso tractores. ‘Case marcha por un barranco. Fumos con dous tractores e houbo que atalo cunha cintas a unha vaia. A roda de atrás estaba fora da carretera, a punto de caer nun terraplén’, explicó el alcalde de Vilardevós, José Luis Pérez. El rescate se prolongó durante casi cuatro horas (desde las ocho de la mañana hasta las 12 del mediodía). El operario de la máquina quitanieves lamentaba que por culpa del percance otras localidades se vieron privadas de su servicio.

‘A neve xerou unha situación moi complicada. Mantivo os pobos de montaña aillados toda a mañá e ata os panadeiros tiveron que ir por pistas de terra para poder repartir’, detalló el alcalde de Vilardevós.

Los bomberos de Verín tuvieron que colaborar con este municipio y enviaron medios a Terroso y Soutocobo a las dos de la tarde, hora a partir de la que ya era posible circular por las carreteras de Vilardevós. En A Gudiña, en la localidad de Carracedo, otra máquina se salió de la vía, aunque en esta ocasión no fue necesario acudir en su ayuda. Eso sí el operario se llevó un buen susto. La nevada restó afluencia a la feria mensual de Verín pues los vecinos de los pueblos de montaña no pudieron desplazarse hasta la villa mientras que trabajadores de las zonas afectadas como Conso-Frieiras no pudieron acudir a sus lugares de trabajo.

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