Tráfico reforzarán los controles de velocidad en los próximos días en las carreteras de la red principal de Ourense, con la instalación de radares en tres puntos: N-525, en al Polígono Barreiros; A-52, bajada de As Estivadas, y N-120, en Vilamartín, antes de la salida de Córgomo, en sentido Ourense.
Por contra, la DGT retiró la cabina instalada en Punxín (N-541). Una vez que estén operativos, habrá 11 cabinas en toda la provincia incluyendo las emplazadas en la N-525 -Coles- ; N-120 -Ourense-; OU-540 -Barbadás- y A-52 (Ribadavia, San Cibrao, Xinzo, Verín y A Gudiña). Además, las de A Gudiña y Ribadavia tienen desde el 26 de diciembre incorporado un dispositivo de aviso a las patrullas de la Guardia Civil más cercanas para que detenga al vehículo infractor, un sistema que tiene su mayor operatividad con los vehículos extranjeros (portugueses, sobre todo). Este dispositivo, que no siempre está en marcha, se usa sobre todo en periodo vacacional.
EN LAS VILLAS
Mientras, villas como Verín, Carballiño, y O Barco también se están involucrando con los controles de velocidad y requieren un par de veces al año el radar móvil de la Dirección General de Tráfico, en virtud de un convenio firmado con los entes locales, que incluyó la formación específica de los agentes para su utilización. En ese mismo paquete se incluyó a la ciudad, por ser el lugar donde los problemas de velocidad, por volumen de tráfico y la disposición del entramado urbano (grandes avenidas), son más problemáticos. Pero curiosamente, todas las policías locales de las villas están haciendo uso periódico del cinemómetro móvil salvo Ourense, que lo requirió desde entonces sólo un par de días. Y ello sin olvidar que es la única ciudad de Galicia y de las poquísimas capitales de provincia de Españaque no tiene radar fijo en sus calles.
Localidades con menos problemas de Tráfico, como Verín, no sólo hacen uso del radar sino que el Concello tiene en estudio la implantación de un fotorrojo (caza a los conductores que rebasan un semáforo en rojo), que estuvo a prueba este último mes de abril en la avenida Hermanos Fernández Álvarez, en donde concluyen las principales arterias, así como en la calle Amaro Refojo, a la entrada del casco antiguo.
Según aclaran fuente de la Policía Local verinense, el radar móvil lo están empleando al menos dos veces al año, con 'carácter preventivo y disuasorio'. De hecho, según comenta un agente de ese cuerpo, 'los primeros días llegamos a multar a bastantes personas y, según avanza el mes, los conductores respetan los límites por temor a la sanción'.
EN LAS VILLAS
Mientras, villas como Verín, Carballiño, y O Barco también se están involucrando con los controles de velocidad y requieren un par de veces al año el radar móvil de la Dirección General de Tráfico, en virtud de un convenio firmado con los entes locales, que incluyó la formación específica de los agentes para su utilización. En ese mismo paquete se incluyó a la ciudad, por ser el lugar donde los problemas de velocidad, por volumen de tráfico y la disposición del entramado urbano (grandes avenidas), son más problemáticos. Pero curiosamente, todas las policías locales de las villas están haciendo uso periódico del cinemómetro móvil salvo Ourense, que lo requirió desde entonces sólo un par de días. Y ello sin olvidar que es la única ciudad de Galicia y de las poquísimas capitales de provincia de Españaque no tiene radar fijo en sus calles.
Localidades con menos problemas de Tráfico, como Verín, no sólo hacen uso del radar sino que el Concello tiene en estudio la implantación de un fotorrojo (caza a los conductores que rebasan un semáforo en rojo), que estuvo a prueba este último mes de abril en la avenida Hermanos Fernández Álvarez, en donde concluyen las principales arterias, así como en la calle Amaro Refojo, a la entrada del casco antiguo.
Según aclaran fuente de la Policía Local verinense, el radar móvil lo están empleando al menos dos veces al año, con 'carácter preventivo y disuasorio'. De hecho, según comenta un agente de ese cuerpo, 'los primeros días llegamos a multar a bastantes personas y, según avanza el mes, los conductores respetan los límites por temor a la sanción'.
