El peaje continúa siendo un importante hándicap para los usuarios de la vía A-53 entre Ourense y Santiago. De hecho, el tramo de gratuito registró durante 2010 unos 2.200 de usuarios más al día que el de pago (un 35% más), según constatan los registros de circulación en ambas vías. Además, el ritmo de crecimiento de tráfico en cada parte del recorrido con respecto al año anterior fue mayor en el tramo que no está sometido a peaje.
En concreto, la primera parte de la vía corresponde al recorrido de 56 kilómetros entre Santiago y Dozón (con la denominación AP-53), del que es titular el Ministerio de Fomento y requiere el abono de peaje. Este tramo registró una media de 6.159 vehículos al día durante el año 2010, lo que supone un crecimiento del 5% con respecto al ejercicio anterior (cuando contabilizó 5.865 usuarios por jornada).
Mientras, los 31 kilómetros restantes entre Dozón y la autovía A-52 (trazado bajo la denominación AG-53) son de titularidad autonómica y no tienen peaje directo. En esta fase, el volumen medio de circulación del año pasado fue de 8.353 vehículos, un 8% con respecto a 2009 (con 7.725 usuarios al día).
De todo el recorrido, el subtramo con más nivel de tráfico corresponde a los ocho kilómetros comprendidos entre el enlace de la autovía de Maside-Carballiño y la conexión con la A-52, ya que recoge el tráfico general de la conexión de Santiago y el procedente de la comarca carballiñesa. En este caso, la intensidad media de circulación se situó en 12.070 vehículos, frente a 9.420 el año anterior.
Por su parte, la autovía que conecta la AG-53 con Maside y Carballiño (un ramal de seis kilómetros denominado AG-54), registró una media de 6.026 vehículos diarios durante el año 2010. Este tramo entró en servicio en octubre de 2009 y, hasta finales de ese año, había registrado 5.503 vehículos al día. El incremento en este caso es del 9% (aunque teniendo en cuenta que se comparan dos periodos diferentes, ya que en 2009 la vía solo estuvo operativa dos meses y medio).
VEHÍCULOS PESADOS
El tramo de titularidad estatal está sometido a un peaje actualmente fijado en 5,30 euros para los turismos (que sube a 8,95 o 10,40 para los vehículos pesados, en función de su tamaño). Los usuarios han cuestionado en múltiples ocasiones el importe (uno de los más caros de España en precio por kilómetro) e incluso se produjeron negociaciones entre Fomento y la Xunta para traspasar la titularidad de la vía, que no prosperaron.
Mientras, el tramo que depende de la Xunta no tiene cobro directo, sino un sistema de 'pago en la sombra' acordado durante el bipartito, de modo que la entidad autonómica paga un canon a la sociedad concesionaria por cada vehículo que la utiliza.
Mientras, los 31 kilómetros restantes entre Dozón y la autovía A-52 (trazado bajo la denominación AG-53) son de titularidad autonómica y no tienen peaje directo. En esta fase, el volumen medio de circulación del año pasado fue de 8.353 vehículos, un 8% con respecto a 2009 (con 7.725 usuarios al día).
De todo el recorrido, el subtramo con más nivel de tráfico corresponde a los ocho kilómetros comprendidos entre el enlace de la autovía de Maside-Carballiño y la conexión con la A-52, ya que recoge el tráfico general de la conexión de Santiago y el procedente de la comarca carballiñesa. En este caso, la intensidad media de circulación se situó en 12.070 vehículos, frente a 9.420 el año anterior.
Por su parte, la autovía que conecta la AG-53 con Maside y Carballiño (un ramal de seis kilómetros denominado AG-54), registró una media de 6.026 vehículos diarios durante el año 2010. Este tramo entró en servicio en octubre de 2009 y, hasta finales de ese año, había registrado 5.503 vehículos al día. El incremento en este caso es del 9% (aunque teniendo en cuenta que se comparan dos periodos diferentes, ya que en 2009 la vía solo estuvo operativa dos meses y medio).
VEHÍCULOS PESADOS
El tramo de titularidad estatal está sometido a un peaje actualmente fijado en 5,30 euros para los turismos (que sube a 8,95 o 10,40 para los vehículos pesados, en función de su tamaño). Los usuarios han cuestionado en múltiples ocasiones el importe (uno de los más caros de España en precio por kilómetro) e incluso se produjeron negociaciones entre Fomento y la Xunta para traspasar la titularidad de la vía, que no prosperaron.
Mientras, el tramo que depende de la Xunta no tiene cobro directo, sino un sistema de 'pago en la sombra' acordado durante el bipartito, de modo que la entidad autonómica paga un canon a la sociedad concesionaria por cada vehículo que la utiliza.
