Las intoxicaciones etílicas entre los jóvenes ourensanos de 14 a 18 años comienzan a formar parte de la normalidad de los fines de semana ourensanos. El servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense atiende 'una media de entre cinco y siete cada fin de semana', señaló el jefe de este área, Arturo González. A las que hay que añadir 'las que puedan producirse en los días atípicos, generalmente coincidiendo con los botellones que se organizan fuera de los viernes o sábados'. No es lo normal, pero en algunos casos 'la intoxicación exige el ingreso en la UCI'.
Esto, siendo preocupante, es sólo una parte de la gravedad: cada año que pasa se advierten dos peligrosas tendencias. La primera es que 'cada vez llegan a Urgencias jóvenes intoxicados a una edad más temprana '. Al punto, que cuando en alguna ocasión el afectado tiene menos de 14 años, ha de ser derivado del servicio de Urgencias al de Pediatría', indica Arturo González. Una segunda tendencia es el incremento de las intoxicaciones combinadas, es decir, aquellas que se producen por la ingesta abusiva de alcohol mezclada con la toma de sustancias estupefacientes. 'Si hace diez años las intoxicaciones eran puramente etílicas, ahora calculamos que entre un 60 y un 70 por ciento se deben a la mezcla de drogas y bebidas alcohólicas'.
Estos cambios labrados en la naturaleza de la intoxicación no se reproducen en su gravedad. En ese sentido, señala el responsable de Urgencias del CHOU, las ingestas que terminan en el hospital 'son igual de intensas y complicadas ayer como hoy'. Ahora bien, ocurre que 'en etapas del año muy determinadas, como pueden ser los magostos, el Carnaval o la Navidad, los jóvenes sí llegan más deteriorados'.
Puesto que a estas edades el acto de beber es esencialmente social, los jóvenes llegan acompañados por amigos a Urgencias. 'El cuadro que presentan es siempre de disminución del nivel de conciencia y vómitos'. De modo que el primer paso es controlar el nivel de conciencia 'y, si estamos ante una intoxicación combinada con drogas, contrarrestar el efecto'.
A medida que los jóvenes abandonan la edad adolescente se hace más esporádica su visita a Urgencias, ya que aquellos que acaban desarrollando 'un etilismo crónico normalmente tienen una alta tolerancia al alcohol, y el consumo no los limita al punto que se vean en la necesidad de acudir a Urgencias', señala Arturo González.
Estos cambios labrados en la naturaleza de la intoxicación no se reproducen en su gravedad. En ese sentido, señala el responsable de Urgencias del CHOU, las ingestas que terminan en el hospital 'son igual de intensas y complicadas ayer como hoy'. Ahora bien, ocurre que 'en etapas del año muy determinadas, como pueden ser los magostos, el Carnaval o la Navidad, los jóvenes sí llegan más deteriorados'.
Puesto que a estas edades el acto de beber es esencialmente social, los jóvenes llegan acompañados por amigos a Urgencias. 'El cuadro que presentan es siempre de disminución del nivel de conciencia y vómitos'. De modo que el primer paso es controlar el nivel de conciencia 'y, si estamos ante una intoxicación combinada con drogas, contrarrestar el efecto'.
A medida que los jóvenes abandonan la edad adolescente se hace más esporádica su visita a Urgencias, ya que aquellos que acaban desarrollando 'un etilismo crónico normalmente tienen una alta tolerancia al alcohol, y el consumo no los limita al punto que se vean en la necesidad de acudir a Urgencias', señala Arturo González.
