Los usuarios del comedor social de Cáritas de Ourense se triplicaron en año y medio

Antonio, voluntario del comedor social de Cáritas en la ciudad, prepara la cubertería para el servicio de ayer a mediodía.
photo_camera Antonio, voluntario del comedor social de Cáritas en la ciudad, prepara la cubertería para el servicio de ayer a mediodía.
El presupuesto previsto para este año para el comedor social de Cáritas se agotó en junio debido al aumento de la demanda registrado desde enero de 2022

El comedor social de Cáritas en la ciudad está desbordado. La demanda no deja de multiplicarse desde enero de 2022: si entonces se entregaban 200 raciones diarias, actualmente, año y medio después, se reparten 640. En los últimos años, estas cifras solo se superaron en los peores momentos de la pandemia, en abril de 2020, cuando se llegó a atender a 667 usuarios en un solo día. 

Tras la crisis del covid, el número de demandantes del servicio se había reducido paulatinamente, hasta llegar a los dos centenares a finales de 2021. “Pero a partir de enero de 2022 empezamos a experimentar un crecimiento mensual exponencial”, detalla Ana Vázquez, del equipo del comedor. A lo largo de 2022 se repartieron 114.631 raciones, un 37,6% más que las elaboradas el año anterior (83.290).

La tendencia no cambió en lo que va de año, de hecho, el presupuesto previsto para el comedor para todo 2023 ya se agotó el pasado junio. “Son unas cifras escandalosas, sobre todo si pensamos que estamos en Ourense, no en una gran ciudad. Está claro que no se puede normalizar ninguna cifra, pero esta, mucho menos”, asegura Vázquez. Por ahora, las instalaciones son suficientes para cubrir los turnos porque el grueso de los comensales escoge la opción de llevarse los táperes a sus casas. 

Las previsiones

La llegada del verano no redujo la demanda del servicio, aunque sí frenó “un poco” el crecimiento. No obstante, la previsión de Cáritas para los próximos meses no es del todo optimista: “Pensamos que quizás podamos mantenernos en esta cifra durante un tiempo, pero quién sabe, a lo mejor llega septiembre y es una locura. No es fácil saber qué va a pasar”. La subida generalizada de los precios es una de las principales razones del incremento de usuarios en el comedor y, por el momento, nada hace augurar que la tendencia alcista cambie. En esta línea, cada vez son más los trabajadores de la provincia que acuden a este servicio, ya que su sueldo no alcanza para cubrir el 100% de sus necesidades básicas.

Necesidad de voluntarios

El comedor social cuenta con un nutrido grupo de voluntarios que ayuda a los trabajadores cada día a colocar las mesas, servir y recoger los servicios, así como preparar los táperes para aquellos usuarios que prefieren llevarse la comida a casa. Estos meses, debido al período vacacional, muchos se han ido de la ciudad, por lo que desde Cáritas hacen un llamamiento a la solidaridad de la población ourensana. “Si ahora mismo hay gente que le apetezca, tenemos una necesidad imperiosa de voluntarios, cualquiera que llegue va a ser bienvenido”, comenta Vázquez. Con el volumen actual de demanda, toda colaboración es poca. 

Anima a sumarse a este voluntariado, ya que “se ve una realidad que te imaginas, pero no concibes”. Vázquez, en este sentido, destaca la participación de los ourensanos, que “siempre responden muy bien ante este tipo de necesidades”. Para convertirse en voluntario, basta con ponerse en contacto con la sede de la entidad en la ciudad. 

Más que comida

El objetivo de Cáritas no es solo cubrir el derecho a la alimentación de los usuarios y dar respuesta a otras demandas como la higiene personal, sino ser el inicio de un proceso de intervención integral. El comedor supone el primer contacto con la persona y permite, según su perfil y necesidades, derivarla a otros programas realizados por la entidad social. 

Tras la desaparición de las restricciones derivadas de la pandemia por coronavirus, el espacio recuperó servicios como el de peluquería (a cargo de dos profesionales voluntarios, una vez por semana), y en este 2023 el reto del comedor es complementar la atención educativa con la atención psicológica con diversas actividades que favorezcan la convivencia entre los usuarios.

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