Las quejas vecinales se centran en los barrios de Barrocás, Peliquín, O Couto y el casco histórico

Vallas inseguras, muros molestos y pintadas

 Contenedores inutilizados en la rúa Bela Otero.
Peligrosos terraplenes sin vallas de seguridad, antiestéticas pintadas en las calles y en los edificios, contenedores de recogida selectiva inutilizados y muros generadores de serias molestias son algunas de las quejas vecinales más llamativas en la ciudad.
Barrio de Peliquín: Todo aquel viandante o conductor que desee acceder al barrio de Peliquín desde la carretera de Oira debe andar con tino para no terminar en un peligroso terraplén. Los vecinos de la zona lamentan que este paso, además de ser una estrecha y peligrosa curva para ambos sentidos de la circulación, carece desde hace semanas de valla de seguridad. En su lugar, la Policía Local acordonó el perímetro después de que algún conductor la hubiese derribado, presumiblemente. Los vecinos piden una solución para prevenir accidentes.

Barrio de O Couto: Los vecinos de la calle Dalí hace meses que lamentan la existencia de un muro que inutiliza el paso por esta calle. Aseguran que antes estaba a menor altura, con lo que podían atravesar la zona. Ahora es imposible atajar y se hace necesario dar un rodeo por la calle Greco, Os Remedios o mismo por Ervedelo. Los habitantes de esta zona de la ciudad lamentan que todavía no existan soluciones a su problema.

Barrio de Barrocás: Los moradores de las nuevas urbanizaciones de Barrocás, uno de los barrios ourensanos con mayor crecimiento demográfico en los últimos años, quieren poder demostrar su conciencia ecológica y reciclar los residuos que generan. No obstante, aunque en teoría cuentan con servicios para realizar la recogida selectiva de basura (contenedores subterráneos de última generación), en la práctica tienen que buscar otros lugares donde depositar el papel, el vidrio o los residuos orgánicos. Es lo que sucede, sin ir más lejos, en la rúa Bela Otero, que cuenta con flamantes contenedores nuevos, pero inutilizados. Por ello tienen que cargar con sus bolsas de basura durante varias calles para poder deshacerse de ellas.

Rúa da Paz: El tema de las pintadas constituye un acto vandálico que no es exclusivo de ningún barrio en concreto, sino que pueblan cualquier pared de la ciudad. Esta vez, son los vecinos de la rúa da Paz, en el casco histórico, los que claman por una mayor vigilancia para evitar este tipo de destrozos en el mobiliario.


Te puede interesar