Fue trasladado al hospital de la villa con heridas superficiales en la cabeza y en uno de los hombros

Un vecino de Verín resulta herido cerca de su casa por disparos fortuitos de un cazador

El padre del cazador indica el lugar en el que se produjeron los disparos que hirieron al hombre. (Foto: Xesús Fariñas)
Dos disparos accidentales de un cazador alcanzaron a un vecino de Queirugás (Verín) cuando se encontraba en una finca situada junto a su casa. Félix A.M.A. fue ingresado con heridas superficiales en la cabeza y el hombro por el impacto de perdigones, si bien estaba previsto darle el alta en la jornada de ayer. El padre del cazador lamentó lo sucedido entre sollozos señalando que ‘foi moi mala sorte, unha desgracia’, mientras los vecinos se mostraron sorprendidos porque ‘nunca ocurrira algo así no pobo’.
Un vecino de Queirugás (Verín), Félix A.M.A., de 45 años, que se encontraba en el interior de una finca situada junto a su casa resultó herido ayer después de recibir el impacto de varios perdigones de forma accidental por parte de otro vecino, Jesús G.R., de 40 años, que estaba cazando en las inmediaciones de la vivienda.

El accidente ocurrió en torno a las 12 del mediodía en un paraje conocido como O Souto de Queirugás. Hasta el lugar intentó desplazarse un helicóptero del 061, que no pudo llegar al pueblo debido a la densidad de la niebla. También se trasladaron al lugar una ambulancia y una patrulla de la Guardia Civil.

El herido recibió un perdigón en la cabeza y otro en un hombro que le produjeron heridas superficiales, por lo que fue trasladado al hospital de Verín donde le fueron extraídos. En la tarde de ayer, el centro hospitalario tenía previsto darle el alta, según fuentes de la Guardia Civil.

Al parecer, el herido no se percató en ningún momento de la presencia del cazador ni éste de la suya. El padre del cazador relataba entre sollozos y con un visible disgusto que ‘foi un accidente e, sobre todo, moi mala sorte, unha desgracia’.

Añadió que ‘o meu fillo chegou á casa chorando e cun ataque de nervios. Preguntei que lle pasaba e xa contou que estaba disparando ós coellos e perdices e os perdigóns alcanzaron sin querer ó veciño’, insistiendo en que lo sucedido fue ‘o pior que podía pasar’. Explicó que ‘saíu solo de caza como fai habitualmente, pois lle gusta moito, e ningúen esperaba que fose a ocurrir algo así. Estamos moi apenados co que pasou’, concluyó.

Sorpresa

El entorno en el que se econtraba cazando Jesús G.R. está muy próximo a la casa del herido, que permanecía en su finca completamente ajeno a la práctica de la caza. Los vecinos del pueblo se mostraban muy sor prendidos con lo sucedido y algunoss decían que ‘non sabemos cómo pasou. O importante é que o ferido esté ben’, mientras otros ni siquiera se habían enterado de lo sucedido: ‘Non oimos nada pois é día de Reis e estivemos na casa. Pero está claro que ca caza hai que ter moito coidado pois é unha actividade con riscos’. Todos coincidieron en que ‘é unha lástima que se produxera este incidente no pobo’.

Los vecinos no recuerdan un accidente parecido en los últimos años: ‘As zonas onde se pode cazar están cerca do pobo pero non temos constancia de que se producira un caso como este pois o veciño estaba prácticamente na súa casa e lle choveron os perdigóns. Tivo que levar un gran susto e tamén a súa familia’, relataban.

El cazador se desplazó por la mañana hasta el hospital de Verín para permanecer atento a la evolución del herido y, al mismo tiempo, responder a las preguntas de la Guardia Civil, que investiga los hechos para determinar las causas. ‘Siempre que se produce un caso de este tipo se emprende una investigación’, comentaron fuentes policiales.

Ocho heridos en los cotos de la provincia

Todos los años, según los datos de la Guardia Civil, se registran uno o dos accidentes de caza en la provincia. Muy pocos espacios cinegéticos se salvan de tener en sus archivos un cazador herido o muerto por un disparo cuando se intentaba abatir un pieza o de forma fortuita.

En Vilardevós, un cazador recibió un disparo en el rostro cuando cazaba con tres amigos. Era el año 2000 y el herido tuvo que ser trasladado a Vigo para ser sometido a una operación.

El 2000 fue el año de más siniestros. Un vecino de A Peroxa falleció de un disparo en una cacería en Carballedo (Lugo). Otro cazador resultó herido ese año en O Barco.

En 2002, un cazador de Viana resbaló en el monte y disparó su escopeta en las piernas de un primo, que resultó herido grave.

En Xinzo, durante la temporada del 2003, un cazador hirió a un compañero en un brazo al disparar a una codorniz.

Entre los siniestros más destacados está el de un cazador de Vilariño de Conso que apareció muerto en el año 2004 de un disparo en la espalda durante una batida de jabalíes.

Ese mismo año, un vecino de la ciudad resultó herido en una pierna al resbalar y dispararse su arma en Muíños.

En el 2005, un vigués se destrozó una mano de un disparo al caerse mientras cazaba en Castrelo do Val.



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