Los vecinos de Cortiñas (Castrelo de Miño) ya disponían ayer de fluido eléctrico, aunque para ello una comisión tuvo que plantarse en la oficina de Unión Fenosa en Ribadavia y exigir una explicación por la falta de luz desde el temporal. Los vecinos elevan las pérdidas a cerca de un millón de euros y el Concello les proporcionó impresos para que reclamen por los daños ante la compañía eléctrica. El grupo de gobierno de Cartelle también instó a los vecinos a reclamar por la falta de suministro.
El servicio de suministro eléctrico quedó totalmente restablecido en la mañana en toda la provincia de Ourense, según dio a conocer la Consellería de Innovación e Industria. A las siete y media de la tarde del lunes, un total de 378 abonados no disponía de luz, entre ellos 100 vecinos de Cortiñas (Castrelo de Miño), el grupo más numerosos dado que los afectados restantes estaban repartidos por los municipios de Cartelle, Gomesende, Padrenda, A Merca, Melón y Carballiño.
El fluido eléctrico quedó restablecido en Cortiñas sobre las 21.30 horas del lunes después de que una comisión vecinal se plantara en la oficina de Unión Fenosa en Ribadavia para reclamar a la compañía una explicación por la falta de servicio desde la tarde del viernes, nada más comenzar el temporal. Decidimos desplazarnos a Ribadavia porque por teléfono no hacen caso, explicó uno de los afectados, Antonio Álvarez.
Curiosamente, el suministro quedó restablecido a los pocos minutos de que los miembros de la comisión vecinal regresaran de Ribadavia a sus domicilios. La avería no debía ser muy grande, replicaba con sorna el vecino.
El servicio permitió a los dueños de los bares servir cafés, que funcionaran las entidades bancarias, el Consistorio e incluso las cajas de los supermercado. El vecindario se dedicó ayer a valorar las pérdidas, que estiman en más de un millón de euros. La falta de corriente obligó a las oficinas de crédito que hay en el municipio a recurrir a oficinas móviles para atender a sus clientes. Tengo tres arcones repletos de comida y tuve que alquilar un generador para evitar que, al menos dos, se descongelaran. Las pérdidas son cuantiosas porque son muchos días sin servicio, afirmó la dueña de un bar, María Isabel Nieves.
El Concello de Castrelo de Miño puso a disposición de los afectados impresos para reclamar los daños ante Unión Fenosa. Los vecinos soportan durante el año los problemas de una central hidroeléctrica y los de un embalse de agua y por encima no disponen de luz. Es una situación injusta y deben reclamar, dijo el alcalde, Xurxo Rodríguez.
Mientras, el grupo de gobierno de Cartelle aprobó el pasado lunes una declaración con la que instan a Unión Fenosa a que tome medidas para que no se repita la situación. Este Concello también exigirá una compensación para los abonados afectados por la falta de suministro durante más de 60 horas.
El viento derribó el árbol de Otero Pedrayo en Trasalba
El temporal de viento tumbó el árbol que simbolizaba la memoria del escritor e intelectual gallego Ramón Otero Pedrayo, en su casa de Trasalba, en Amoeiro.
El árbol fue plantado por los responsables de la Fundación Otero Pedrayo en el año 1976, al poco tiempo de morir el escritor, para sustituir a otro de la misma especie, un pino conocido como pinsapo, al que también un huracán echó abajo en el año 1972 y que había sido plantado en el jardín de la casa por el padre de Ramón Otero Pedrayo, en marzo de 1888.
Aquel árbol había crecido al lado del hogar familiar y fue protagonista de la infancia Ramón Otero Pedrayo. O meu irmanciño. Así era como Otero Pedrayo se refería al árbol, según los responsables de la fundación.
El temporal de estos días también causó daños en el tejado de la Fundación Otero Pedrayo, donde se conservan la mayor parte de los objetos personales del escritor, así como su biblioteca personal, que está siendo catalogada.
Hacia finales del mes de junio, el inmueble acoge la entrega del Premio Trasalba, con el que se pretende mantener la memoria del poeta.
El fluido eléctrico quedó restablecido en Cortiñas sobre las 21.30 horas del lunes después de que una comisión vecinal se plantara en la oficina de Unión Fenosa en Ribadavia para reclamar a la compañía una explicación por la falta de servicio desde la tarde del viernes, nada más comenzar el temporal. Decidimos desplazarnos a Ribadavia porque por teléfono no hacen caso, explicó uno de los afectados, Antonio Álvarez.
Curiosamente, el suministro quedó restablecido a los pocos minutos de que los miembros de la comisión vecinal regresaran de Ribadavia a sus domicilios. La avería no debía ser muy grande, replicaba con sorna el vecino.
El servicio permitió a los dueños de los bares servir cafés, que funcionaran las entidades bancarias, el Consistorio e incluso las cajas de los supermercado. El vecindario se dedicó ayer a valorar las pérdidas, que estiman en más de un millón de euros. La falta de corriente obligó a las oficinas de crédito que hay en el municipio a recurrir a oficinas móviles para atender a sus clientes. Tengo tres arcones repletos de comida y tuve que alquilar un generador para evitar que, al menos dos, se descongelaran. Las pérdidas son cuantiosas porque son muchos días sin servicio, afirmó la dueña de un bar, María Isabel Nieves.
El Concello de Castrelo de Miño puso a disposición de los afectados impresos para reclamar los daños ante Unión Fenosa. Los vecinos soportan durante el año los problemas de una central hidroeléctrica y los de un embalse de agua y por encima no disponen de luz. Es una situación injusta y deben reclamar, dijo el alcalde, Xurxo Rodríguez.
Mientras, el grupo de gobierno de Cartelle aprobó el pasado lunes una declaración con la que instan a Unión Fenosa a que tome medidas para que no se repita la situación. Este Concello también exigirá una compensación para los abonados afectados por la falta de suministro durante más de 60 horas.
El viento derribó el árbol de Otero Pedrayo en Trasalba
El temporal de viento tumbó el árbol que simbolizaba la memoria del escritor e intelectual gallego Ramón Otero Pedrayo, en su casa de Trasalba, en Amoeiro.
El árbol fue plantado por los responsables de la Fundación Otero Pedrayo en el año 1976, al poco tiempo de morir el escritor, para sustituir a otro de la misma especie, un pino conocido como pinsapo, al que también un huracán echó abajo en el año 1972 y que había sido plantado en el jardín de la casa por el padre de Ramón Otero Pedrayo, en marzo de 1888.
Aquel árbol había crecido al lado del hogar familiar y fue protagonista de la infancia Ramón Otero Pedrayo. O meu irmanciño. Así era como Otero Pedrayo se refería al árbol, según los responsables de la fundación.
El temporal de estos días también causó daños en el tejado de la Fundación Otero Pedrayo, donde se conservan la mayor parte de los objetos personales del escritor, así como su biblioteca personal, que está siendo catalogada.
Hacia finales del mes de junio, el inmueble acoge la entrega del Premio Trasalba, con el que se pretende mantener la memoria del poeta.
