El Concello de Nogueira de Ramuín solicitó la presencia de la Guardia Civil en el pueblo de Cerreda. La segunda vez que lo hace en los últimos dos meses para cortar el agua a 20 vecinos. El grupo de gobierno que preside Julio Carlos Temes tomó la decisión de interrumpir el servicio al negarse los afectados a pagar el recibo tras considerar que la traída es de su propiedad. El recibo del agua (27 euros cada tres meses) incluye el de la recogida de basura, que tampoco abonan. El alcalde teme un enfrentamiento.
Veinte vecinos de Cerreda (Nogueira de Ramuín) se niegan a pagar el recibo municipal de agua que cada tres meses, desde hace cuatro años, les remite la concesionaria del servicio, la empresa Geseco. El vecindario nunca abonó el importe de los recibos de agua potable, y el grupo de gobierno que preside el popular Julio Carlos Temes ya no sabe qué hacer para convencerle de que tienen que pagar, igual que lo hace el resto de habitantes del municipio. De 90 vecinos, 20 decidieron no pagar y la solución es cortarle el suministro, afirmó el regidor.
Pero el corte no está resultando fácil. El agua pasó a manos del Concello a mediados del año 2004. Entonces, todos los vecinos de Cerreda se negaron a pagar el recibo, pero la presión del grupo de gobierno, técnicos municipales y de la concesionario provocó que la mayoría de los vecinos fuera solicitado, poco a poco la instalación de un contador y abonar el recibo. Pero quedaron 20, que se niegan a instalar el contador y pagar el servicio porque la captación la realizaron los vecinos. El agua mana en el monte y al Concello no le cuesta nada. Además, el manantial es del pueblo, afirma uno de los afectados.
Mejoras
El regidor discrepa de este argumento. Construimos un depósito y hace unos meses mejoramos toda la red, además de buscar nuevos manantiales, apuntó Julio Carlos Temes.
El recibo del agua es remitido junto con el del servicio de basura. Juntos suman 27 euros cada tres meses. Los vecinos al no pagar el agua tampoco están al día con la recogida de basura. Y, curiosamente, cada vez que tienen una avería en la red llaman al Concello para que se la subsanen, añade Temes.
El grupo de gobierno tomó la decisión de no prolongar más esta situación y decidió cortar el agua a los rebeldes. El alcalde teme que se produzcan altercados a la hora de abrir las distintas calles y sellar las tuberías y solicitó ayuda a la Guardia Civil para que patrulle por el pueblo.
Esta sería la segunda vez que los agentes acuden al pueblo en los últimos dos meses. Los técnicos ya decidieron cortar el agua en agosto y entonces nueve patrullas del instituto armado se situaron en puntos estratégicos del pueblo pero no cortamos el agua y decidimos dar un plazo para que los vecinos solicitaran la instalación del contador, señaló el regidor.
El acuerdo fue ignorado por la mayoría de los afectados, y Juan Carlos Temes asegura no estar dispuesto a dejar que se prolongue la situación porque produce un agravio comparativo, dado que unos vecinos pagan por un servicio que otros tienen gratis, dijo.
O pagamos todos o ningún
En Cerreda es difícil averiguar qué vecinos tienen instalado contador de agua y están al corriente en el pago del servicio y cuáles son los que se niegan. El vecindario lo saben perfectamente pero, al ser preguntados por la situación, declinan pro nunciarse abiertamente. Todos están, sobre todo aquellos que tiene el contador ya instalado, esperando acontecimientos, porque o pagamos el agua todos o ningún, explicó un residente, recalcando que estaba al corriente en el servicio.
Pero el corte no está resultando fácil. El agua pasó a manos del Concello a mediados del año 2004. Entonces, todos los vecinos de Cerreda se negaron a pagar el recibo, pero la presión del grupo de gobierno, técnicos municipales y de la concesionario provocó que la mayoría de los vecinos fuera solicitado, poco a poco la instalación de un contador y abonar el recibo. Pero quedaron 20, que se niegan a instalar el contador y pagar el servicio porque la captación la realizaron los vecinos. El agua mana en el monte y al Concello no le cuesta nada. Además, el manantial es del pueblo, afirma uno de los afectados.
Mejoras
El regidor discrepa de este argumento. Construimos un depósito y hace unos meses mejoramos toda la red, además de buscar nuevos manantiales, apuntó Julio Carlos Temes.
El recibo del agua es remitido junto con el del servicio de basura. Juntos suman 27 euros cada tres meses. Los vecinos al no pagar el agua tampoco están al día con la recogida de basura. Y, curiosamente, cada vez que tienen una avería en la red llaman al Concello para que se la subsanen, añade Temes.
El grupo de gobierno tomó la decisión de no prolongar más esta situación y decidió cortar el agua a los rebeldes. El alcalde teme que se produzcan altercados a la hora de abrir las distintas calles y sellar las tuberías y solicitó ayuda a la Guardia Civil para que patrulle por el pueblo.
Esta sería la segunda vez que los agentes acuden al pueblo en los últimos dos meses. Los técnicos ya decidieron cortar el agua en agosto y entonces nueve patrullas del instituto armado se situaron en puntos estratégicos del pueblo pero no cortamos el agua y decidimos dar un plazo para que los vecinos solicitaran la instalación del contador, señaló el regidor.
El acuerdo fue ignorado por la mayoría de los afectados, y Juan Carlos Temes asegura no estar dispuesto a dejar que se prolongue la situación porque produce un agravio comparativo, dado que unos vecinos pagan por un servicio que otros tienen gratis, dijo.
O pagamos todos o ningún
En Cerreda es difícil averiguar qué vecinos tienen instalado contador de agua y están al corriente en el pago del servicio y cuáles son los que se niegan. El vecindario lo saben perfectamente pero, al ser preguntados por la situación, declinan pro nunciarse abiertamente. Todos están, sobre todo aquellos que tiene el contador ya instalado, esperando acontecimientos, porque o pagamos el agua todos o ningún, explicó un residente, recalcando que estaba al corriente en el servicio.
