ÁREA METROPOLITANA

Vecinos de Pereiro, sin correo desde diciembre

Una vecina de Vilar alerta de problemas en el pago de recibos por la falta de notificaciones pero el servicio niega deficiencias e incidencias

"Es la una del mediodía y sigue sin haber nada en el buzón. Otro día más que no viene la cartera". Éste es el testimonio de Rosa María Losada Castro, una vecina de Vilar, en el Concello de Pereiro de Aguiar, que dice no recibir la correspondencia desde el 23 de diciembre. La voz de alarma la dio su hermana al percatarse de que le tocaba pagar una factura del suministro eléctrico -sin domiciliar- y le extrañó no haber recibido aún el recibo. Su sorpresa fue cuando llamó a la compañía: "Le dijeron que estaban a punto de cortarle la luz. De hecho, ya tenía varios avisos con recargo, que nunca llegaron a su buzón", dijo. Hablando con el resto de vecinos Rosa se enteró de que a su sobrino le pasaba lo mismo, por lo que no dudó en acercarse hasta la oficina de Correos que hay en A Derrasa para que le diesen, aunque sin éxito, una solución. "Me dijeron que cambiaron la manera de funcionar y que solo reciben las certificadas y el resto están en Ourense", explicó.

No conforme con la respuesta, Rosa se animó a llamar al teléfono que Correos tiene habilitado para atender reclamaciones pero, lejos de solucionar la situación, "aún me enfadaron más. Me dijeron que el problema lo tendría yo al no acordarse nadie de mi; hecho al que atribuyen el motivo de no recibir cartas", explicó.

La respuesta inicial de Correos fue eludir explicaciones remitiendo la queja de despacho en despacho, en los que se limitaban a recoger el aviso hasta que se consiguió contactar con José Manuel Coutada, jefe de distribución del operador postal, que dice no tener constancia del incidente. "A nivel servicio, no tenemos ninguna baja ni tampoco hay envíos pendientes de repartir", explicó. Además, dice, que los vecinos del pueblo siguen teniendo la misma cartera de siempre y que continúa con el reparto por la zona al igual que sus compañeros.

Desde el sindicato Comisiones Obreras también desconocen la situación aunque advierten de que la ley exige un reparto diario de la correspondencia. Lo único que confirman es que desde hace tres años, la correspondencia sale desde la oficina de Fernández Bordás, situada en el barrio de A Ponte. Por el momento, tampoco relacionan esta situación con los recortes que sufrió la plantilla.

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