A la mayoría de los vecinos de A Veiga lo que más les preocupa es su pensión de jubilación. El 50% de la población está por encima de los 65 años y el nacimiento de un niño (siete en el 2008) se convierte en un acontecimiento. Los gobernantes están entusiasmados porque en el 2009 está previsto que nazcan otros siete retoños, algo inusual en los últimos 20 años.
El municipio de A Veiga está a más de 150 kilómetros de la ciudad y a más de 40 de la autovía Rías Baixas. A la capitalidad municipal se accede por una tortuosa carretera desde la C-533 (A Gudiña-A Rúa), a la altura de O Covelo. El municipio también tiene un enlace directo con O Barco y otro con O Bolo, pero apenas son utilizados por los conductores debido al estado en que se encuentra el asfalto.
Es el municipio con más superficie de la provincia y uno de los de mayor riqueza en recursos naturales. La naturaleza puso allí las cumbres más altas de Galicia, como la de la Serra de Trevinca con sus lagos. El río Xares cruza parte del territorio y su aprovechamiento hidroeléctrico provoca que la capitalidad municipal ofrezca uno de los embalses más grandes de Galicia. Tenemos muchos recursos, pero estamos muy lejos, carecemos de infraestructuras, tanto hacia Ourense como hacia Castilla y León, explica el alcalde, Fernando Fernández.
En otros tiempos, A Veiga llegó a tener tres sucursales bancarias y un agente de banca y en la actualidad sólo hay dos oficinas de crédito y un agente bancario. Los vecinos también disponían de oficina de Correos, ahora ubicada en Viana, a más de 20 kilómetros de distancia, dejando sólo dos carteros en el municipio para llevar las cartas a 29 pue blos. Cuando había más de 7.000 habitantes disponíamos de autobuses hacia O Barco, A Rúa, Viana y Ourense. Hoy no disponemos de transporte público, sólo taxis, añade el regidor.
La falta de transporte obligó al Concello a destinar 100.000 euros del presupuesto municipal para costear los viajes en taxi a todas aquellas personas que no saben conducir o no disponen de coche y tienen que desplazarse al médico a O Barco y Ourense, apunta Fernando Fernández.
A Veiga, además de infraestructuras, carece de suelo industrial y la mayoría de los fondos públicos se destinan a cobertura social y a realizar fosas sépticas, alcantarillados, pavimentación de calles, aceras y adecentamiento de espacios públicos y zonas verdes, señala el regidor, recordando que en el último año nacieron siete niños y está previsto que nazcan otros siete durante el actual 2009, algo inusual en los últimos 20 años, en los que no nacían más que uno o dos. Es un regalo que nos ofrece la naturaleza, apunta Fernando Fernández.
La pérdida de población no representa sin embargo un grave problema para el presidente de los hosteleros, Marcos Pérez. La baja de vecinos no significa que se marchen de A Veiga. Hay personas que se dan de alta en otros concellos para pedir una subvención o solucionar otros problemas. Hasta A Veiga viene bastante gente, comenta, recordando que la Administración tiene que invertir más en los municipios alejados para fijar población en el rural El presidente de los empresarios, Juan Bruña, también echa en falta las inversiones de la administración, sobre todo en carreteras. Desde hace 20 años no avanzamos nada, cuando aquí tenemos mucho que vender, aire, agua y nieve, dijo.
Es el municipio con más superficie de la provincia y uno de los de mayor riqueza en recursos naturales. La naturaleza puso allí las cumbres más altas de Galicia, como la de la Serra de Trevinca con sus lagos. El río Xares cruza parte del territorio y su aprovechamiento hidroeléctrico provoca que la capitalidad municipal ofrezca uno de los embalses más grandes de Galicia. Tenemos muchos recursos, pero estamos muy lejos, carecemos de infraestructuras, tanto hacia Ourense como hacia Castilla y León, explica el alcalde, Fernando Fernández.
En otros tiempos, A Veiga llegó a tener tres sucursales bancarias y un agente de banca y en la actualidad sólo hay dos oficinas de crédito y un agente bancario. Los vecinos también disponían de oficina de Correos, ahora ubicada en Viana, a más de 20 kilómetros de distancia, dejando sólo dos carteros en el municipio para llevar las cartas a 29 pue blos. Cuando había más de 7.000 habitantes disponíamos de autobuses hacia O Barco, A Rúa, Viana y Ourense. Hoy no disponemos de transporte público, sólo taxis, añade el regidor.
La falta de transporte obligó al Concello a destinar 100.000 euros del presupuesto municipal para costear los viajes en taxi a todas aquellas personas que no saben conducir o no disponen de coche y tienen que desplazarse al médico a O Barco y Ourense, apunta Fernando Fernández.
A Veiga, además de infraestructuras, carece de suelo industrial y la mayoría de los fondos públicos se destinan a cobertura social y a realizar fosas sépticas, alcantarillados, pavimentación de calles, aceras y adecentamiento de espacios públicos y zonas verdes, señala el regidor, recordando que en el último año nacieron siete niños y está previsto que nazcan otros siete durante el actual 2009, algo inusual en los últimos 20 años, en los que no nacían más que uno o dos. Es un regalo que nos ofrece la naturaleza, apunta Fernando Fernández.
La pérdida de población no representa sin embargo un grave problema para el presidente de los hosteleros, Marcos Pérez. La baja de vecinos no significa que se marchen de A Veiga. Hay personas que se dan de alta en otros concellos para pedir una subvención o solucionar otros problemas. Hasta A Veiga viene bastante gente, comenta, recordando que la Administración tiene que invertir más en los municipios alejados para fijar población en el rural El presidente de los empresarios, Juan Bruña, también echa en falta las inversiones de la administración, sobre todo en carreteras. Desde hace 20 años no avanzamos nada, cuando aquí tenemos mucho que vender, aire, agua y nieve, dijo.
