SUCESOS

Veinticinco ourensanos en la diáspora fueron asesinados en la última década

A la última víctima, Manuel Teixeira, de Beariz, le dispararon en un camino para robarle tras atravesar un coche en la carretera

Un total de 25 ourensanos, en su mayoría empresarios, fueron asesinados desde el año 2007 cuando trabajaban o se dirigían a sus domicilios en Venezuela (9), México (12), Panamá (1), Argentina (1) y Colombia(2).

La última de las víctimas, Manuel Teixeira Guerra, de 62 años,  natural de Garfián (Beariz) fue abatido el pasado domingo en México de un disparo en la sien en una pista de tierra para robarle el dinero que llevaba encima después de haber cobrado varias facturas.  

El pasado viernes trascendieron  más detalles del robo que sufrió. Según fuentes policiales, los delincuentes lo siguieron durante varios kilómetros por una carretera cuando se dirigía en un turismo Mazda blanco a su domicilio en Guadalajara, en el estado de Jalisco.  Los delincuentes aprovecharon una zona boscosa, según las mismas fuentes, para atravesarle el coche, obligándole a meterse en una pista de tierra, en la que se detuvo. Al salir del vehículo, le dispararon con una pistola a la cabeza y, quizás ante el temor de ser descubiertos por un conductor,  no rebuscaron el dinero, se llevaron las ropas en las que guardaba la cartera con el dinero y todo lo que llevaba en la guantera del automóvil.  Antes de darse a la fuga, arrojaron el cadáver al interior del maletero y cerraron la puerta.

Violencia extrema

Los delincuentes también actuaron con extrema violencia en el resto de casos con víctimas ourensanas. En el año 2007, falleció de un disparo en la cabeza Jorge José Cachaldora, de 37 años, en Venezuela. Sus padres recibieron la noticia cuando se encontraban en su casa de Pereiro de Aguiar. Al año siguiente, le tocó el turno a Francisco Caldas Fernández, de 59 años, natural de Muíños. Lo mataron en Venezuela al resistirse cuando intentaba secuestrarlo.

Ese mismo año, la delincuencia de Venezuela secuestró a Raimundo Reinoso, de 57 años, natural de A Merca. Su cadáver fue localizado bajo un puente tras más de un mes de cautiverio.

En el año 2008, también asesinaron a Francisco Pereiro Liz, de 65 años, natural de Ourense, después de atarlo a un árbol.

La lista de asesinatos continúa con José Penedo Cortés, oriundo de Boborás, que pagó con su vida por negarse a pagar un rescate tras se secuestrado en noviembre del 2010 en México. 

Los delincuentes también se mostraron muy violentos en el asesinato de Antonio Gil, de 61 años, natural de Gomesende, que lo abatieron cuando intentaba evitar un robo en su domicilio.

Secuestros

A los fallecidos hay que sumarle los secuestros, de los que ocho se hicieron públicos en los últimos diez años y que tuvieron un final feliz, como el del empresario Alberto Cid Souto, natural de la ciudad, que fue liberado en abril del año 2007 con la participación de la Policía Nacional española sin la necesidad de que la familia pagara un rescate.

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