La junta general de accionistas de la empresa aprobó los planes de ajuste para superar la crisis

Las ventas de Domínguez caen en España y crecen en el exterior

La junta general ordinaria de accionistas de Adolfo Domínguez aprobó ayer las cuentas del último ejercicio, la gestión del consejo de administración y la reelección de Deloitte como auditora de sus cuentas, en una sesión que se desarrolló en el salón de actos del Parque Tecnológico, en San Cibrao das Viñas.
Así, la compañía dio cuenta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la aprobación de las cuentas anuales individuales y las consolidadas de la sociedad y su grupo, así como los informes de gestión, correspondientes al ejercicio iniciado el 1 de marzo de 2012 y cerrado el 28 de febrero de 2013 (periodo ajustado al calendario de actividad en el sector de la moda).

En todo caso, las cuentas dan fe de que la crisis está impactando también en la empresa, que cerró el último ejercicio con unas pérdidas de 24 millones de euros. Se trata de un fuerte incremento con respecto al año anterior, en el que también había registrado pérdidas, entonces de 9,7 millones de euros.

Mientras, la facturación del grupo fue de 148,4 millones de euros, lo que supone una caída del 3% con respecto al año anterior, en el que las ventas habían ascendido a 153,1 millones. La peor evolución se ha registrado en el mercado peninsular, puesto que los ingresos en España y Portugal cayeron un 10,8% (102,7 millones), mientras que en el resto de países crecieron un 13,8% (hasta 41,8 millones).

En todo caso, el mercado exterior supone ya casi el 37% de los ingresos de la firma y, en concreto, México y Japón se sitúan como los mejores mercados, aportando cada uno el 8% de ingresos.

Mientras, el comercio electrónico aportó un total de 3,9 millones, frente a un millón del ejercicio precedente.

Los resultados de la compañía se han visto reflejados en la evolución de la plantilla y la cifra de tiendas. Así, el grupo Adolfo Domínguez mantuvo en el ejercicio una plantilla media de 1.929 trabajadores, 134 menos que el año anterior (y 450 menos que en 2010, cuando alcanzaba su máximo).

En cuanto a las retribuciones de la dirección, los seis consejeros ejecutivos han cobrado 825.000 euros (frente a 774.000 en 2011) y los cinco no ejecutivos han recibido 208.000 euros (lo mismo que el año anterior).

El grupo ha realizado una reducción de tiendas propias, quedándose con 467. Un año antes alcanzaba su máximo, con 499. Por contra, la cifra de franquicias ha crecido, pasando de 222 a 228. Aún así no compensa el descenso en la cifra total de puntos de venta, que bajó desde los 721 de febrero de 2012 a 695 al cierre del mismo mes de 2013. La mayoría de los cierres se han producido en España y Portugal.

Para 2013, la compañía plantea una serie de medidas con el fin de 'revertir la difícil situación actual', entre las que figuran el cierre selectivo de puntos de venta no estratégicos (sobre todo en el mercado peninsular) y enfocarse en el desarrollo en mercados exteriores con mayores perspectivas de crecimiento, además de potenciar las ventas online (en particular, en el mercado europeo).

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