La víctima: funcionario jubilado represaliado por ser republicano

'Yo lo habría llevado para mi casa, pero él no quería salir de aquí', explicaba ayer Susana Nóvoa, la persona que cuidaba a José Aguilar Marqués. Lo había dejado a medianoche y esperaba verlo de nuevo a las ocho de la mañana de ayer, pero ya no fue posible. Según recordaba ante algunos de los presentes, Aguilar Marqués, de 94 años, no había tenido una vida fácil.
Catalán de nacimiento, había sido funcionario del Concello, ejerciendo como jefe del matadero. Viudo y sin hijos, el sótano del número seis de la calle Villa Valencia era para él su casa, independientemente de que no fuera de su propiedad. En ella había dejado atrás experiencias difíciles, como la época en la que estuvo en prisión como republicano represaliado.

Las personas que lo conocían recalcaban ayer su insistencia en continuar en esta vivienda, de la que sólo saldría 'con los pies por delante', según recordó un sobrino suyo. Su ahijada, Daría de Matos, se lamentaba ayer de que 'cuando te dicen que el edificio está mal, es que está mal, pero de ahí no lo podías quitar'. Sobre este respecto, el alcalde, Francisco Rodríguez, resaltaba que 'debemos tomar todos nota, también los propietarios de inmuebles que no están en buenas condiciones' para realizar actuaciones en los edificios para 'cuando menos, evitar estas tragedias'.

Además del alcalde, al lugar de los hechos acudieron también Camilo Ocampo, Isabel Pérez, Áurea Soto, Antonio Rodríguez Penín, Fernando Varela, Rosendo Fernández y José Luis Valcarce.

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