Vidas dedicadas al servicio

Los sacerdotes celebraron sus 25, 50 y 60 años de servicio.
photo_camera Los sacerdotes celebraron sus 25, 50 y 60 años de servicio.

El Obispado de Ourense celebró ayer, coincidiendo con la fiesta de San Juan de Ávila, patrón del clero español, la Concelebración Eucarística, en la que se homenajeó a los sacerdotes ordenados hace 25, 50 y 60 años. El acto, que tuvo lugar en el Seminario Mayor, estuvo oficiado por el obispo, Leonardo Lemos Montanet, y contó con la presencia de los alumnos del Seminario Menor.

Uno de los protagonistas de la jornada fue Ángel Fernández, párroco de San Salvador de Noalla, quien cumplió 60 años como sacerdote, con la ilusión intacta y con un objetivo para el futuro: acercar los valores de la Iglesia a los más jóvenes. “Había que trabajar más con la gente joven, también es cierto que muchas veces no se dejan, porque hacen su vida  y no acuden a las reuniones ni a los eventos”, manifestó. 

Cuando José Gallego comenzó su camino sacerdotal, la Iglesia vivía un contexto muy diferente al presente, marcado por todos los cambios que trajo el Concilio Vaticano II, mientras que la situación actual la describe como “un momento de incertidumbre, pero con mucha esperanza”. Para el medio plazo se marca como objetivos “seguir transmitiendo el mensaje de Jesús e incentivar que haya jóvenes que se animen a ser servidores como sacerdotes”. Por su parte, Alberto Diéguez se ordenó un cuarto de siglo atrás, y mantiene “a mesma ilusión que hai 25 anos”. Este momento se lo plantea como “ un novo comezo”, para coger impulso y seguir con más fuerza.

José Benito Otero se encuentra en la misma situación, y también prefiere mirar hacia adelante a volver la vista atrás. Para lo que está por venir se marca el reto de “ilusionar á xente”. “A mensaxe que temos é de gozo, alegría e amor, e ofrece uns valores que, se realmente os vivimos, creemos e testimoniamos, o mundo cambiaría moito”, aseguró.  

En el caso de José Ramón Villar, que también cumple 25 años de servicio, el tiempo muda poco los ideales, al menos los más importantes, aquellos que conforman la dedicación. “Hai cousas na vida que cambian, pero o esencial, a misión da Igrexa, segue sendo a mesma”, aseguró.

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