Los visados en Ourense, pendientes de la Oficina de Asilo y Refugio, también saturada

Comisaría Provincial de Ourense, en As Lagoas.
photo_camera Comisaría Provincial de Ourense, en As Lagoas.

“Cuando los expedientes llegan allí, se satura. No dan respuesta en el plazo que está marcado”, explica Natalia Tierno

El colectivo inmigrante que no puede acogerse al arraigo o viajar a Ourense con un contrato de trabajo debe buscar a otros supuestos para lograr el visado de permanencia en España. Y ese trámite también se estaría viendo afectado por el colapso de solicitudes recibidas.  Hasta el momento, el colectivo venezolano era quien más fácil había podido acceder a los visados, pero durante los últimos meses se habrían endurecido los controles. “Quien se ocupa es la Oficina de Asilo y Refugio”, explica  Natalia Tierno, presidenta de la Asociación Xarela. “Tienen que aprobar lo enviado desde Ourense, y es donde hay problemas. No lo hace la brigada de aquí. Cuando llegan allí es cuando se satura, porque no dan respuesta en el plazo que está marcado. Con lo cual después entramos en las segundas partes, buscando alternativas al silencio administrativo”, añade Tierno. La presidenta entiende las críticas que se han levantado contra la Oficina de  Extranjería, pero al mismo tiempo señala que “no van a hacer una excepción, ni se van a saltar la ley. La excepción se hizo por la guerra de Ucrania, pero fue una excepción general para toda Europa. La burocracia es muy tediosa, pero es la que tenemos”.

Con otras nacionalidades, sería aún más complicado, ya que la situación política en Perú o Colombia (nacionalidades con las que también trabaja Xarela) es distinta, y no hay convenios que dictaminen el procedimiento.  Mientras, están fuera del sistema, y deben trabajar en negro, acudir a ONGs o vivir de sus ahorros. 

Relaciones diplomáticas

En lo que respecta al colectivo venezolano, el más presente entre los extranjeros que residen en Ourense, el 90% se estaría acogiendo a la figura de la Protección Internacional por Razones Humanitarias, que solicita la acogida en el país ante el estado de colapso de la nación de origen. “La solicitud parte de la base de que el Gobierno español reconoce que Venezuela es un estado fallido”, explica Lorenzo González, presidente de la Asociación Alma Llanera. “No se puede vivir allí porque no hay comida, no hay medicinas… y si las hay, son muy caras” añade.

Una relación diplomática que está sujeta a cambios, lo cual podría cerrar esa figura para quienes desean permanecer en España. “Si la posición diplomática cambia, y España pasa a considerar que Venezuela no tiene problemas, quitarían esa posibilidad de regularización. Si nos quitan esa figura, no habría forma de regularizar la situación, porque el asilo político se rechaza en el 97% de las ocasiones, ya que es muy difícil demostrar militancia política en Venezuela”, añade González. Ante ese temor, muchos extranjeros buscan regularizarse lo antes posible, y por eso estarían dispuestos a pagar a quienes acaparan citas y se las revenden.

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