La Xunta negociará con Fomento la transferencia de la autopista AP-53 entre Santiago y Lalín, en la que recorrer los 42 kilómetros sometidos a peaje cuesta 5,15 euros (es decir, 0,1226 euros por kilómetro recorrido). La Consellería de Infraestructuras anunció que, si logra la titularidad de la vía, aplicará los precios de la red autonómica. Actualmente, autopistas como A Coruña-Carballo o Vigo-Baiona tienen una tarifa por kilómetro de 0,0636 euros que, de aplicarse en la AP-53, reduciría el peaje a la mitad (2,67).
La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras quiere obtener la titularidad del tramo de autopista entre Santiago y Lalín (que actualmente ostenta el Ministerio de Fomento), con el objetivo de reducir el peaje.
El tramo de titularidad estatal, Santiago-Dozón, tiene 56 kilómetros, si bien los últimos 14 -entre las salidas de Lalín Oeste y Dozón- son gratuitos. El peaje por recorrer los 42 restantes asciende a 5,15 euros (lo que supone una tarifa de 0,1226 euros por kilómetro recorrido, entre las más caras de España).
Así, el departamento autonómico de Infraestructuras pretende conseguir la transferencia de la AP-53 para rebajar el precio, que será equiparable al resto de autopistas de titularidad autonómica. En concreto, en la AG-55 A Coruña-Carballo y en la AG-57 Vigo-Baiona aplica una tarifa de 0,0636 euros por kilómetro, la mitad que entre Santiago-Lalín. Aplicando este importe a los 42 kilómetros de pago de ese tramo, el coste se reduciría a 2,67 euros. Además, la consellería insta al Estado a aplicar la rebaja mientras no se produce el traspaso, y a secundar en sus autopistas el esfuerzo de la Xunta, como ya hace en el tramo de la AP-66 Campomanes (Asturias)-León.
Utilización
El elevado coste del tramo entre Santiago y Lalín restringen su nivel de utilización (según los últimos datos disponibles, el uso medio diario ronda los 5.500 vehículos), cifra que superan los tramos gratuitos de la conexión entre Santiago y Ourense, alcanzando los 8.600. En todo caso, la sociedad concesionaria del tramo estatal, Acega, espera que la reciente apertura del trazado íntegro entre Ourense y Compostela eleve el uso.
El anterior Gobierno autonómico intentó negociar con Acega (que tiene una concesión por 75 años, de los que han transcurrido sólo seis) la reducción del peaje, pero exigía una compensación muy elevada. La Consellería de Infraestructuras se pronunció también al respecto, criticando que el bipartito no logró la competencia sobre la AP-53, pese a que tiñan como interlocutor un Goberno amigo.
El tramo de titularidad estatal, Santiago-Dozón, tiene 56 kilómetros, si bien los últimos 14 -entre las salidas de Lalín Oeste y Dozón- son gratuitos. El peaje por recorrer los 42 restantes asciende a 5,15 euros (lo que supone una tarifa de 0,1226 euros por kilómetro recorrido, entre las más caras de España).
Así, el departamento autonómico de Infraestructuras pretende conseguir la transferencia de la AP-53 para rebajar el precio, que será equiparable al resto de autopistas de titularidad autonómica. En concreto, en la AG-55 A Coruña-Carballo y en la AG-57 Vigo-Baiona aplica una tarifa de 0,0636 euros por kilómetro, la mitad que entre Santiago-Lalín. Aplicando este importe a los 42 kilómetros de pago de ese tramo, el coste se reduciría a 2,67 euros. Además, la consellería insta al Estado a aplicar la rebaja mientras no se produce el traspaso, y a secundar en sus autopistas el esfuerzo de la Xunta, como ya hace en el tramo de la AP-66 Campomanes (Asturias)-León.
Utilización
El elevado coste del tramo entre Santiago y Lalín restringen su nivel de utilización (según los últimos datos disponibles, el uso medio diario ronda los 5.500 vehículos), cifra que superan los tramos gratuitos de la conexión entre Santiago y Ourense, alcanzando los 8.600. En todo caso, la sociedad concesionaria del tramo estatal, Acega, espera que la reciente apertura del trazado íntegro entre Ourense y Compostela eleve el uso.
El anterior Gobierno autonómico intentó negociar con Acega (que tiene una concesión por 75 años, de los que han transcurrido sólo seis) la reducción del peaje, pero exigía una compensación muy elevada. La Consellería de Infraestructuras se pronunció también al respecto, criticando que el bipartito no logró la competencia sobre la AP-53, pese a que tiñan como interlocutor un Goberno amigo.
