La histórica demanda de la construcción de un acceso desde la A-52 al Polígono de San Cibrao -que los empresarios del área demandan como un factor clave para impulsar la competitividad de sus empresas- continúa en el olvido, mientras otras áreas industriales gallegas reciben inversiones que permiten mejorar sus infraestructuras y, consecuentemente, impulsan el crecimiento de sus empresas.
La última zona que ha recibido apoyo para mejorar sus accesos es el Polígono de Sabón, ya que el Consello de la Xunta autorizó, en su última sesión, una inversión de 9,5 millones de euros que financiará la construcción de una rotonda a dos alturas y la mejora de los accesos de cuatro de las carreteras que confluyen en ella.
El Polígono de San Cibrao, no obstante, lleva reclamando desde principios de la década pasada la construcción de un acceso directo desde la A-52, pero sólo logró la construcción de su primera fase, la conexión con la N-525. El tramo se puso en marcha en 2005, con el compromiso de iniciar el estudio de su ampliación hasta la autovía, de cinco kilómetros. El trazado fue presentado en el año 2010 y, entonces, el conselleiro Agustín Hernández había situado el inicio de obras en 2012. Sin embargo, la propuesta se desechó tras la fase de información pública, ya que fue objeto de numerosas alegaciones por el impacto que ocasionaba sobre las viviendas de la zona por la que transcurría.
La Xunta se comprometió a elaborar un nuevo trazado, con menor impacto, pero incluyó su diseño dentro del Plan Sectorial de la Red Viaria Metropolitana de Ourense, lo que, en lugar de agilizar su tramitación, conlleva una demora, al alargar los plazos. De hecho, la redacción de este plan se contrató en enero de 2011 y se le otorgó un periodo de redacción de 18 meses, lo que implica que al menos hasta el próximo verano no estará terminado. Además, requiere posteriores trámites -como exposición pública o redacción de proyectos- antes de que puedan iniciarse las obras.
Mientras el principal polígono de Ourense continúa sin fecha para su acceso a la autovía, en el caso de Sabón está previsto que su nuevo enlace se inicie a finales de año y que entre en servicio en 2013. La Xunta aportará el 95% de la inversión necesaria para la obra mientras el 5% restante será aportado por la Diputación de A Coruña, hasta completar los 10 millones en que se ha presupuestado la intervención.
RELEVANCIA
El Polígono de San Cibrao das Viñas cuenta con un peso notablemente superior al de Sabón en lo que respecta al número de empresas y la generación de empleo. En concreto, en la zona industrial ourensana están asentadas 320 empresas que generan 8.000 puestos de trabajo, frente al centenar de firmas que alberga el polígono coruñés y que dan empleo a 4.500 trabajadores.
El Polígono de San Cibrao, no obstante, lleva reclamando desde principios de la década pasada la construcción de un acceso directo desde la A-52, pero sólo logró la construcción de su primera fase, la conexión con la N-525. El tramo se puso en marcha en 2005, con el compromiso de iniciar el estudio de su ampliación hasta la autovía, de cinco kilómetros. El trazado fue presentado en el año 2010 y, entonces, el conselleiro Agustín Hernández había situado el inicio de obras en 2012. Sin embargo, la propuesta se desechó tras la fase de información pública, ya que fue objeto de numerosas alegaciones por el impacto que ocasionaba sobre las viviendas de la zona por la que transcurría.
La Xunta se comprometió a elaborar un nuevo trazado, con menor impacto, pero incluyó su diseño dentro del Plan Sectorial de la Red Viaria Metropolitana de Ourense, lo que, en lugar de agilizar su tramitación, conlleva una demora, al alargar los plazos. De hecho, la redacción de este plan se contrató en enero de 2011 y se le otorgó un periodo de redacción de 18 meses, lo que implica que al menos hasta el próximo verano no estará terminado. Además, requiere posteriores trámites -como exposición pública o redacción de proyectos- antes de que puedan iniciarse las obras.
Mientras el principal polígono de Ourense continúa sin fecha para su acceso a la autovía, en el caso de Sabón está previsto que su nuevo enlace se inicie a finales de año y que entre en servicio en 2013. La Xunta aportará el 95% de la inversión necesaria para la obra mientras el 5% restante será aportado por la Diputación de A Coruña, hasta completar los 10 millones en que se ha presupuestado la intervención.
RELEVANCIA
El Polígono de San Cibrao das Viñas cuenta con un peso notablemente superior al de Sabón en lo que respecta al número de empresas y la generación de empleo. En concreto, en la zona industrial ourensana están asentadas 320 empresas que generan 8.000 puestos de trabajo, frente al centenar de firmas que alberga el polígono coruñés y que dan empleo a 4.500 trabajadores.
