La ciudad se mueve y no es una expresión baldía. Seguro que la mayoría de ustedes se han encontrado alguna vez con algún elemento extraño de esos que, como si fueran puzzles, alguien dispuso ahí a golpe de calzador. La ciudad de Ourense está llena de ejemplos, de distinto calibre y notoriedad.
Quizás, por su proximidad en el tiempo y por la polémica planteada el más representativo es el de la escultura monumental dedicada a Concepción Arenal, trasladada una noche de frío invierno, 4 febrero de 1969, de la Plaza de Bispo Cesáreo, en la zona donde se encuentra la fuente, que por cierto, es una de las tres trasladadas desde Oseira después de la desamortización de Mendizábal (las otras dos, según Andrés Hervella, son la del Parque de San Lázaro, cuya base está modificada, porque se rompió en el traslado, y la del Parque de las Mercedes, que sin asegurarlo del todo, no hay documentos, Hervella piensa que sí proviene del monasterio). El traslado de la escultura 'fue una cabezonería del regidor, David Ferrer, contestada por Cuevillas, Risco y Otero Pedrayo', según Hervella. Lo que supuestamente era una intención de mejora, entendemos que por una mayor similitud semántica en el nuevo entorno del Palacio de Justicia, el caso es que en la acción se perdió la base de un pedestal, realizado por Parada Justel, que le daba un empaque bien distinto, que poco tiene que ver con el actual en donde se pierde, y también el cierre que rodeaba al conjunto. Fue precisamente el cierre y un fortuito encuentro la razón del reportaje.
LA FOTOGRAFÍA, UN ARMA
Es sabido que desde la aparición de la fotografía esta nos ha servido para fijar la memoria, para retener en ella vestigios que de otra manera se perderían en el olvido. Desde el Arquivo Visual Ourensán, Manuel Ángel García y Javier Torres, sustentos también ambos de este reportaje, escudriñan cada imagen antigua como si fuera un gran tesoro, que lo son, tratando de corroborar la obra de los estudiosos de la ciudad. Ambos relatan con el amor de quien disfruta con lo que tiene entre manos y goza al divulgar cada una de esas pinceladas visuales del Ourense que hoy conocemos birladas a la historia.
Gracias al apoyo de estas valiosas imágenes de época y procedencia diversa descubrimos la similitud del cierre primitivo de la escultura de Concepción Arenal con los que están hoy en los jardines de la calle Barrera, con una grandiosidad inusitada en unos jardines minúsculos, pleno de aportes monumentales, entre otros una pía bautismal románica procedente de una antigua ermita de Tosende, Baltar, que figura en el medio de los jardines.
Las imágenes de época nos ayudan a corroborar y sorprendernos ante enclaves bien diferentes al que hoy conocemos. El Parque de San Lázaro con dos iglesias, la de los franciscanos recién trasladada desde el actual albergue de San Francisco al Parque, y la capilla de San Lázaro, en la parte baja, traslada al Peliquín, no se trataba de competir en edificios dedicados al culto religioso.
El entorno de la Alameda y la actual Praza do Bispo Cesáreo a pesar de tratarse de un área ajardinada es uno de los espacios más veces modificados, los jardinillos del Liceo y su pétrea fuente de mármol, hoy está situada en su interior; el original kiosko Faílde, del prolijo Váquez Gulías, en estilo mudéjar, fue quemado por los falangistas en 1936; el hospital de San Roque, desmontado en 1927, hoy resta fragmentado, lo más reconocible, como es sabido, parte de su reconocido frontispicio forma parte del portalón de entrada al atrio de la iglesia de la Trinidad; las farolas que hoy podemos contemplar, de portentosa base a ambos lados de la calle, entre la Alameda y la Avenida de Pontevedra, fabricadas por Malingre, fueron las que el concejal Blanco Guerra asignó una mejor ubicación que no la originaria en la Plaza Mayor junto al espigón; parte del pasamanos, de idéntica fabricación, al que queda en el entorno de la Alameda, según Javier Torres, del Arquivo Visual Ourensán, hoy estaría en la Plaza Mayor de Xinzo, aunque, lo único comprobable es su mismo origen, la factoría Malingre.
CRUCEIROS, PUENTES, FAROLAS
Los cruceiros de mayor prestancia, aquellos ubicados en el punto pertinente que les da sentido, hoy está variado, como el de la Alameda do Cruceiro, 'con el cristo por delante y la calavera por detrás', Hervella dixit, ubicado en tiempos en lo alto de lo que hoy sería el Palacio de Justicia, vigilante del cruce de caminos que era el Puente Romano -Puente Mayor-, hoy permanece recogido, en la recoleta Plaza de A Magdalena; algo semejante le ocurre al ubicado hoy junto al albergue de peregrinos, en tiempos en la calle de la Estrella, que fue retirado sin mediar explicación, trasladado al alto de la calle, más tarde al entorno de San Francisco.
En tiempos de la canalización del río Barbaña, se descartó el puente Codesal por poca elevación sobre el cauce, hoy escondido a prueba de osados buscadores en el entorno de A Cabeanca. A un lugar menos incierto, alguna dependencia municipal, figura retirada la farola ornamentada de la explanada de As Burgas, que fue retirada por cuestiones de seguridad, al estar dañada su estructura.
LA FOTOGRAFÍA, UN ARMA
Es sabido que desde la aparición de la fotografía esta nos ha servido para fijar la memoria, para retener en ella vestigios que de otra manera se perderían en el olvido. Desde el Arquivo Visual Ourensán, Manuel Ángel García y Javier Torres, sustentos también ambos de este reportaje, escudriñan cada imagen antigua como si fuera un gran tesoro, que lo son, tratando de corroborar la obra de los estudiosos de la ciudad. Ambos relatan con el amor de quien disfruta con lo que tiene entre manos y goza al divulgar cada una de esas pinceladas visuales del Ourense que hoy conocemos birladas a la historia.
Gracias al apoyo de estas valiosas imágenes de época y procedencia diversa descubrimos la similitud del cierre primitivo de la escultura de Concepción Arenal con los que están hoy en los jardines de la calle Barrera, con una grandiosidad inusitada en unos jardines minúsculos, pleno de aportes monumentales, entre otros una pía bautismal románica procedente de una antigua ermita de Tosende, Baltar, que figura en el medio de los jardines.
Las imágenes de época nos ayudan a corroborar y sorprendernos ante enclaves bien diferentes al que hoy conocemos. El Parque de San Lázaro con dos iglesias, la de los franciscanos recién trasladada desde el actual albergue de San Francisco al Parque, y la capilla de San Lázaro, en la parte baja, traslada al Peliquín, no se trataba de competir en edificios dedicados al culto religioso.
El entorno de la Alameda y la actual Praza do Bispo Cesáreo a pesar de tratarse de un área ajardinada es uno de los espacios más veces modificados, los jardinillos del Liceo y su pétrea fuente de mármol, hoy está situada en su interior; el original kiosko Faílde, del prolijo Váquez Gulías, en estilo mudéjar, fue quemado por los falangistas en 1936; el hospital de San Roque, desmontado en 1927, hoy resta fragmentado, lo más reconocible, como es sabido, parte de su reconocido frontispicio forma parte del portalón de entrada al atrio de la iglesia de la Trinidad; las farolas que hoy podemos contemplar, de portentosa base a ambos lados de la calle, entre la Alameda y la Avenida de Pontevedra, fabricadas por Malingre, fueron las que el concejal Blanco Guerra asignó una mejor ubicación que no la originaria en la Plaza Mayor junto al espigón; parte del pasamanos, de idéntica fabricación, al que queda en el entorno de la Alameda, según Javier Torres, del Arquivo Visual Ourensán, hoy estaría en la Plaza Mayor de Xinzo, aunque, lo único comprobable es su mismo origen, la factoría Malingre.
CRUCEIROS, PUENTES, FAROLAS
Los cruceiros de mayor prestancia, aquellos ubicados en el punto pertinente que les da sentido, hoy está variado, como el de la Alameda do Cruceiro, 'con el cristo por delante y la calavera por detrás', Hervella dixit, ubicado en tiempos en lo alto de lo que hoy sería el Palacio de Justicia, vigilante del cruce de caminos que era el Puente Romano -Puente Mayor-, hoy permanece recogido, en la recoleta Plaza de A Magdalena; algo semejante le ocurre al ubicado hoy junto al albergue de peregrinos, en tiempos en la calle de la Estrella, que fue retirado sin mediar explicación, trasladado al alto de la calle, más tarde al entorno de San Francisco.
En tiempos de la canalización del río Barbaña, se descartó el puente Codesal por poca elevación sobre el cauce, hoy escondido a prueba de osados buscadores en el entorno de A Cabeanca. A un lugar menos incierto, alguna dependencia municipal, figura retirada la farola ornamentada de la explanada de As Burgas, que fue retirada por cuestiones de seguridad, al estar dañada su estructura.
