El calor llenó las riberas del Miño de bañistas mientras en las terrazas ya se apreciaban clientes en manga corta.
El termómetro subió a mediodía de ayer hasta los 27 grados centígrados, la temperatura ambiental más alta del territorio nacional, lejos de Sevilla que a la misma hora marcaba 23 grados, o de Alicante, con 21.
La temperatura fue menor en villas como Verín y O Barco, con 22 y 21 grados centígrados. En Carballiño subió hasta los 25 grados, según MeteoGalicia. Eso sí, el termómetro bajo por la noche hasta los siete grados en la ciudad y cuatro en las zonas de montaña.
El calor registrado en la ciudad convirtió en protagonista a las riberas del río Miño que, por cierto, discurría crecido a causa de que la presa de Velle tenía parte de las compuertas abiertas para liberar agua acumulada de las sucesivas lluvias de los últimos meses.
En ambas orillas del río se podían apreciar sobre las tres y media de la tarde a incontables personas que aprovechaban rocas, zonas verdes e incluso miradores de hormigón para tender la toalla y tumbarse a tomar el sol. Las pozas termales públicas de Outariz estaban abarrotadas, no asílas de A Chavasqueira, todavía inundadas, como muestra la fotografía, al igual que el Muiñi da Veiga. Los bañistas no tuvieron inconveniente, sin embargo, en tomar el sol en los pequeños espacios de césped.
El calor también llenó las terrazas de los bares y restaurantes, donde ya muchos clientes consumían luciendo pantalón corto y camiseta de manga corta.
Hoy, el mercurio se quedará en los 23 grados durante el día, pero el lunes y martes volverá a subir hasta los 26 y 27 grados.
