Cocemos las espinacas muy troceadas en abundante agua hirviendo con un puntito de sal. Cuando estén, las escurrimos mucho y las troceamos ligeramente para que no estén tan brutas
Mezclamos las espinacas con un huevo entero, los langostinos picados finamente y si lo deseamos un diente de ajo picado. Reservamos.
Ahora extendemos una placa de hojaldre en el mesado, marcando (sin llegar a cortar) ligeramente el centro de esta con un cuenco o vaso ancho. En el centro, ponemos la mozzarella y en el resto de la masa, sin llegar a los bordes, la mezcla de espinacas y langostinos. Ahora, ponemos la otra placa justo por encima, y con el mismo vaso que utilizamos antes, volvemos a marcar el centro para aislar el queso del resto de la masa. Los bordes de este “platillo volante”, los sellamos con un tenedor y ahora nos toca cortar porciones (sin llegar al queso central), como si de una pizza se tratase.
Solo nos queda por hacer una torsión en cada porción para retorcerla un poco, antes de pintar con huevo, esparcir con sésamo y hornear a 200 grados durante 15-20 minutos, o hasta que esté dorado.
Ingredientes
2 masas de hojaldre redondas
10-12 cuerpos de langostinos
300 gr de espinacas
2 huevos
150 gr de queso mozzarella
2 cucharadas de semillas de sésamo