INGREDIENTES
(Para 8 personas)
Para el bizcocho:
8 huevos
250 gr de harina de pastelería
250 gr de azúcar para el almíbar
¾ de vaso de ron (para emborrachar el bizcocho)
2 vasos de agua
50 gr de mantequilla (para el molde del bizcocho)
4 cucharas de azúcar
Para el relleno de la tarta:
1,25 litros de nata líquida para montar
250 gr de azúcar glass
1,25 kg de fresa o fresones naturales medianos
1 bote mediano de mermelada de fresas
3 hojas de gelatina neutra
Precalentamos el horno a unos 180 grados y, en un molde de bizcocho, untamos todo con un poco de mantequilla y harina, cuidando de que quede muy bien engrasado. En un cuenco grande echamos los huevos y el azúcar y con las varillas eléctricas batimos bien hasta que aumente el volumen tres veces.
Tamizamos con un colador la harina sobre la mezcla y se va removiendo muy lentamente. Pasamos la mezcla al molde y metemos al horno durante unos 15/20 minutos, a unos 180 grados. Sacamos del horno y dejamos enfriar el bizcocho, para cortarlo haciendo dos partes redondas. En una fuente o plato redondos grandes donde vayamos a servir la tarta, colocamos la parte de abajo del bizcocho.
Preparamos el almíbar ligero: mezclamos el ron, el azúcar y el agua y dejamos cocer sobre unos 10 minutos. Dejamos que se temple el almíbar y a continuación emborrachamos la parte de abajo del bizcocho con una brocha pastelera.
Montamos la nata con las varillas eléctricas y, cuando están medias montadas, se va añadiendo el azúcar glas. La nata tiene que estar muy fría. Cuando esté la nata montada, extendemos en la parte de abajo del bizcocho emborrachado.
Tenemos todas las fresas muy limpias y escogemos las mas bonitas para poner encima para cubrir la tapa de la tarta. El resto de las fresas las picamos y las mezclamos encima del otro trozo del bizcocho.
Ponemos a remojo en agua fría las hojas de gelatina durante unos cinco minutos, calentamos un vaso de agua pequeño con ellas machacadas y mezclamos bien removiendo. Reservamos. Encima de la otra parte del bizcocho ponemos el bote de mermelada de fresa y agregamos a continuación las fresas enteras, cubriendo toda la tapa u terminando de pintar con el jarabe de la gelatina. Terminamos con una manga pastelera con la nata que ponemos por toda la tarta. Cuando esté terminada la tarta, la metemos en la nevera para que cuando se sirva este bien fría.
Podemos acompañarla con un buen vino espumoso gallego.
