Brócoli y tiroides

Las verduras crucíferas son los alimentos que contienen más bociógenos conocidos, aunque en cantidad muy variable entre especies y variedades.
photo_camera Las verduras crucíferas son los alimentos que contienen más bociógenos conocidos, aunque en cantidad muy variable entre especies y variedades.

Los bociógenos derivados de plantas son un grupo de compuestos que interfieren con la función del tiroides, aumentando el riesgo de bocio y otras enfermedades de la tiroides. 

Las fuentes de estos compuestos incluyen medicamentos, toxinas ambientales y ciertos alimentos. Hay una clase de bociógenos dietéticos (los glucosinolatos) que se encuentran principalmente en las verduras crucíferas (coliflor, repollo, grelo, colza, brócoli), así como en otros alimentos vegetales. Tras la masticación y la ingestión, los glucosinolatos son convertidos en una variedad de compuestos descritos potencialmente como beneficiosos (por su acción antioxidante y de protección celular). Pero también hay evidencia que relaciona la goitrina, (un compuesto producido a partir del glucosinolato), con efectos adversos en la tiroides como bocio y/o hipotiroidismo. 

Estudios iniciales demostraron que esta sustancia junto con otras, interrumpían la utilización y la absorción de yodo por la tiroides.

Las verduras del género Brassica o crucíferas son los alimentos que contienen más bociógenos conocidos, aunque existe una enorme variación de estos compuestos entre especies y variedades. Se ha demostrado que las variedades de col rizada y de col de Bruselas contienen las mayores cantidades de glucosinolatos. Sin embargo, otros estudios han encontrado que la col rizada contiene concentraciones muy pequeñas. 

En general, la mayoría de los estudios que investigan sobre los alimentos bociógenos en la salud de la tiroides, muestran efectos neutrales, aunque aún existen algunos resultados contradictorios. La evidencia sugiere que un nivel bajo de yodo marca la diferencia, pues puede potenciar cualquier impacto negativo de los bociógenos dietéticos sobre la salud de la tiroides.  

Los productos como el brócoli, las coles chinas, brotes, y algunas variedades de col rizada generalmente contienen pro-goitrina en concentraciones muy por debajo de las que pueden causar un efecto fisiológico. De hecho, consumir estos alimentos como parte de una dieta variada y basada en plantas, no debería representar riesgos en personas sanas y, por el contrario, puede ser de gran beneficio. Además de los glucosinolatos beneficiosos, las verduras crucíferas proporcionan un amplio abanico de otros fitoquímicos que promueven la salud, como fibra, vitaminas y minerales esenciales. 

Ahora bien, para aquellas personas con enfermedad de la tiroides, o con mayor riesgo de enfermedad de la tiroides, el consejo dietético se basa en que la ingesta de este grupo de verduras no se realice ni en crudo ni de forma cotidiana y además, cuidando la forma de cocción. La ingesta diaria y a largo plazo de las coles (col rizada, brócoli, etc) en situaciones de yodo bajo,  empeora su absorción.


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