Vida OurenSana

La conexión con el cielo

Práctica de tai-chi en Ourense (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Práctica de tai-chi en Ourense (ÓSCAR PINAL).

La buena salud física, mental y espiritual viene condicionada por un equilibrio energético. El yin debe estar compensado con el yang

Así como la conexión a la tierra está en el Dan Tien inferior y hasta los pies, la conexión a la energía del cielo o del sistema cósmico está en el Dan Tien superior, situado un poco por detrás del entrecejo, por lo que también se le suele llamar, equívocamente, “Tercer Ojo”. En realidad al supuesto tercer ojo también se le supone más próximo a la glándula pineal, situada en el techo del tercer ventrículo que, a su vez, está situado en el centro del encéfalo.

Es curioso que ocurra lo mismo que con el Dan Tien inferior, que se suele decir que está situado un poco por debajo del ombligo, cuando en realidad está en el centro mismo del bajo abdomen. Ambos centros energéticos opuestos se comunican entre si, sobre todo por la médula espinal, pues la médula ósea es el tejido de mayor conductividad eléctrica del cuerpo. Por todo ello, a pesar de que en el artículo anterior manifesté la importancia de bajar la energía a la tierra para mayor salud y relajación, también hay que tener en cuenta la conexión con el cielo desde el Dan Tien superior.

No podemos perder de vista que la buena salud, física, mental y espiritual viene condicionada por un equilibrio energético, por lo que un exceso de energía yin debe estar compensado adecuadamente por uno yang, para que haya un flujo de energía vital(chi) equilibrado. Para poder realizarlo todo depende del grado de enseñanzas y, sobre todo, de prácticas del iniciado.

Así como el Dan Tien inferior es la residencia del chi, el Dan Tien superior lo es del “Shen ”o espíritu de vitalidad, que viene a ser como el grado más alto de vibración de la energía chi y que además, cuando se ha aplacado y relajado suficientemente la mente, como ocurre en la meditación profunda, este espíritu se encarga automáticamente de dirigir la energía chi allí donde haga falta por todo el cuerpo, por eso en la práctica de la meditación no debe haber intencionalidad ni expectativas de nada. Entonces sería la mente la que actuaría y el espíritu no se despertaría ni actuaría automáticamente allí donde hiciera realmente falta para equilibrar y hacer fluir la energía chi.

En cuanto a las técnicas para elevar el chi más allá del corazón hacia el Dan Tien superior para convertirse en espíritu de vitalidad, hay que decir que siempre puede tener algún efecto no deseado en el iniciado, pues como dice el doctor Yang, Jwing-Ming, en su libro “La Respiración Embriónica”, pagina 436, “Cuando el chi se eleva hasta el cerebro, el Shen se excita y la mente se dispersa y también se excita. Como consecuencia, la presión sanguínea y los latidos del corazón aumentan. Esto se debe a que cuando se eleva el Shen, mejora la manifestación del chi. Sin embargo, si el chi es conducido en sentido descendente, hacia el Dan-Tien real inferior, entonces permanecerá en su residencia y se lo podrá conservar. Cuando esto sucede la mente puede estar en calma y relajada.”

L o ideal sería poder dirigir tanto el Shen como el chi hacia abajo, al Dan-Tien inferior y que allí se unificaran, pues entonces las dos polaridades básicas del ser humano quedarían transcendidas formando una singularidad y ya no habría ni yin ni yang. Para los chinos en el Taoismo, éste sería el llamado estado “Wuji”, cuyo equivalente en la India, en el Budismo, sería “Samadhi”y en Japón en el Zen, “Satori. En castellano la traducción es Iluminación, aunque para nosotros resulte un estado ideal, pues se considera que es el estado evolutivo mayor que un ser humano pueda alcanzar. Sin embargo, se sabe que ahora y siempre, sea a través de las religiones, o por medios esotéricos u otros cualesquiera que haya, muchos han alcanzado dicho estado.

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