Hoy queremos hacer esta reflexión porque en muchas ocasiones, nos referimos erróneamente a estos conceptos.
Definiremos cada uno de ellos:
-Actividad física:
Cualquier actividad que implica movimiento corporal y ello implica un gasto de energía concreto. Toda actividad que implique a nuestro sistema motor y conlleven un gasto de energía, pudiendo ser más o menos costoso. Por ejemplo: dar un paseo por la calle, tareas domésticas, ir a la fotocopiadora en la oficina, hacer la cama…
-Ejercicio físico:
Se trata de una actividad física planificada, estructurada y repetitiva (con rutina) con un objetivo concreto (mejorar las aptitudes físicas y mantenerse saludable). Por ejemplo: correr, nadar, bailar, montar en bici…
- Deporte:
Actividad física especializada que implica competir. Requiere entrenamiento físico y está reglamentado. Por ejemplo: tenis, baloncesto, esgrima, gimnasia rítmica, preparar una maratón… No es necesario practicar un deporte, dependerá de los gustos y preferencias de cada persona, pero lo que sí tenemos claro es la importancia (por sus numerosos beneficios, tanto físicos como mentales, en nuestra salud) de ser activos a diario y poder realizar algo de ejercicio semanalmente.