En muchos hogares se recurre al consumo de productos en conserva o congelados que pueden ser buenos aliados ante la falta de tiempo y también de ganas de cocinar.
Tenemos buenas noticias y es que podéis estar tranquilos, existen alimentos y productos algo procesados que pueden formar parte de nuestra rutina para facilitarnos el día a día si eso es bueno para nosotros.
Por ejemplo: legumbres cocidas en conserva de cristal, hortalizas u otros alimentos congeladas (se congela el alimento crudo, no se ha cocinado), conservas de algunas verduras…
A nivel nutricional podemos estar tranquilos ya que lo importante es el cómputo global de nuestra alimentación cada día por lo que, si consumimos en algún momento unas judías de bote, un gazpacho envasado o pimientos congelados no estaremos haciendo nada malo. En la congelación sobretodo se conserva muy bien el alimento y el valor nutricional es similar en comparación con el fresco, incluso comparando a largo plazo, un producto conservado fresco puede deteriorarse mas en ciertos nutrientes si lo comparamos con un congelado.
En el caso de las conservas recomendamos elegirlas de cristal y revisar bien los ingredientes para evitar las que llevan azúcares añadidos, potenciadores de sabor, exceso de sal…
