El organismo tiene la capacidad de distinguir cuando esto ocurre pues se producen señales de orden fisiológico tales como la salivación excesiva, el aumento del sentido del olfato, la liberación de hormonas: adrenalina, leptina, tirotropina, entre otras … También por el inicio de los movimientos intestinales. Se ajusta, además, el flujo de la sangre al intestino grueso y delgado Los esfínteres situados en la boca del estómago se dilatan y contraen para así sentir la sensación de hambre.
En cuanto al grado de hambre que sentimos, depende de múltiples factores:
- El sabor del alimento que se va a comer.
- Lo que se ha aprendido sobre los efectos de ese alimento.
- El tiempo pasado desde la última vez que se comió.
- El tipo y cantidad de comida que contiene el estómago.
- Los niveles de glucosa previos.
A continuación podéis ver las diferencias que os permitirán identificar de qué tipo de hambre se trata cuando tenéis ganas de comer.
Hambre física
- Aparece de forma gradual.
- Puede esperar a estar satisfecha.
- Abierta a diferentes opciones de comida.
- Dejas de comer cuando estás satisfecha.
- Gestión adecuada de la cantidad.
- Sentimientos de bienestar y satisfacción.
- Responde horarios.
Hambre emocional
- Aparece de forma repentina.
- Debe ser satisfecha de inmediato.
- Antojo por alimentos concretos.
- Continúas comiendo estando satisfecha.
- Ingesta sin gestión /control.
- Sentimientos de malestar y culpabilidad.
- No responde a horarios.
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