Inician los ensayos en humanos del fármaco que cura cáncer de páncreas

Un científico realizando un ensayo en un laboratorio.
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También podría funcionar en tumores metastásicos de ovarios y vejiga

El próximo mes de junio en España y en julio en Estados Unidos comienzan los ensayos en humanos de un fármaco, creado por la biofarmacéutica vasca Oncomatryx, que consiguió que desaparezca en ratones el cáncer invasivo de páncreas, de pulmón y de mama triple negativo, para los que actualmente no hay un tratamiento eficaz.

Un total de 150 pacientes, elegidos según criterios de sus oncólogos, participarán en los ensayos clínicos del nuevo fármaco, pionero en Europa. Los ensayos se desarrollarán en el Onkologikoa (San Sebastián), el hospital 12 de Octubre (Madrid), el Instituto Catalán de Oncología, el hospital Vall d’Hebron, Virgen de la Victoria (Málaga), la clínica Anderson (Madrid) y la Clínica Universitaria de Pamplona, además del Beth Israel Hospital, de la Universidad de Harvard.

La duración de estos ensayos es de dos años y si los resultados son buenos se podría solicitar un “camino rápido” de salida al mercado, que facilitaría su comercialización en 4 o 5 años, según explicó  el fundador de Oncomatryx, el científico Laureano Simon. Puntualizó que el fármaco en cuestión (OMTX705) también podría funcionar en cánceres metastásicos de ovarios y vejiga, y en algún tipo de sarcoma.

Simón se mostró “esperanzado y optimista” con el resultado de los ensayos, aunque precisó que pese a las “altas probabilidades” de éxito, también hay que mostrarse cautos porque se dieron casos de tratamientos que fracasaron al intentar el paso de animales a personas. “El resultado ideal sería que curase, y de hecho en algunos ratones desapareció el tumor, pero también sería estupendo que prolongara la vida años y con buena calidad, porque, por lo visto en animales, el OMTX705 no genera resistencia, ni efectos secundarios y se puede administrar años. Es eficaz, potente y muy seguro”, explicó.

La “gran novedad” de este fármaco es que se trata de un anticuerpo conjugado (anticuerpo más fármaco) que ataca al “microambiente tumoral” -todo lo que rodea al tumor y le ayuda a crecer y expandirse- en vez de al tumor directamente, que es la vía de tratamiento que se utiliza hasta ahora. “Al actuar así, el tumor no necesita evolucionar ni generar vías de defensa. El fármaco mata a las células que rodean el tumor, que son las que provocan las metástasis y la inmunodepresión, y que, además, son su escudo protector frente a los tratamientos antitumorales convencionales”,  explicó. Simón añadió que, finalmente, el fármaco mata al propio tumor, y todo ello sin dañar a los órganos y células cercanas, porque “solo ataca a lo que tiene que atacar: lo llamamos balas mágicas”.

Los cambios moleculares, en microambiente

Laureano Simón destacó que tanto en la investigación previa en el laboratorio como con animales, lo resultados fueron “potentísimos, mucho más altos que los estándares de referencia”, y recordó que el origen de esta investigación tuvo lugar hace 15 años cuando descubrieron que los cambios moleculares en los cánceres de páncreas “no se registran en el tumor, sino en el microambiente que le rodea”. Destacó que la importancia de este fármaco también reside en que “abre una vía nueva” para abordar los cánceres y que si es exitoso “vendrán otros detrás”.

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