La semana pasada os hablamos de la importancia de fijarnos en el etiquetado nutricional y unas claves sencillas para interpretarlas. Hoy os proponemos como reto para esta semana que os convirtáis en detectives estos días para mejorar lo que decidís comprar (quizás ya lo estéis haciendo algunas/os pero para quienes todavía no, esperamos que la propuesta del reto os motive).
No solo podéis hacerlo en el supermercado, podéis comenzar por vuestra casa revisando nevera, congelador y despensa.
Os proponemos que hagáis una lista con dos columnas:
Columna 1: ¿Qué dejo de comprar?
Aquí escribiremos productos que hemos descubierto algo que hace que prefiramos evitarlos y buscar una alternativa mejor, por ejemplo: una conserva con azúcar añadido, un pan integral que no lo es 100%, un embutido de pavo que solo tiene un 60% del mismo…
Columna 2: ¿Qué comienzo a comprar?
Aquí iréis anotando lo que habéis descubierto que es mejor alternativa y quizás antes no comprabais, por ejemplo: el pavo del 90% o más, el chocolate negro del 80%, los cereales sin azúcares añadidos, el yogur natural sin aditivos ni azúcar, el queso fresco natural…
Con este ejercicio conseguiréis hacer una compra más consciente y decidir qué queréis. Recordad que esto llevará algo más de tiempo al principio pero que una vez tengáis claro cuales son las nuevas alternativas, vuestro ratito de compra no tendrá que suponer una inversión muy grande de tiempo.
