El Taoismo, en su vertiente alquímica, es todo un proceso de desarrollo y actualización de la llamada "energía vital" (chi), que todos tenemos en mayor o menor medida, aunque no nos percatemos de ello. Esta energía vital, que es universal, es la que nos mantiene vivos, al circular por unos conductos energéticos llamados meridianos que están situados en el cuerpo energético, que está yustapuesto al físico. De estos meridianos hay dos que contienen una mayor cantidad de energía, y hacen de depositos de la misma, que así alimenta desde ellos a todos los demás. En el trabajo con la energía vital, para aumentarla y actualizarla,(chi-kung), estos dos vasos son fáciles, relativamente, de visualizar mentalmente, pues uno asciende por el medio de la espalda y el otro desciende por el medio del pecho y abdomen, en un circuito cerrado, por el que el practicante siente el paso de la energía vital. Según esta alquimia interna del taoismo, todos realizamos inconscientemente este fluir de la energía vital, en este circuito cerrado una vez al día , pues es imprescindible para mantener la salud normal. Pues bien, en el trabajo interno diario del entrenamiento del practicante de chi-kung, se realiza conscientemente esta circulación de la energía por la órbita microcósmica, que así es llamada dicho circuito,treinta y seis veces. Esto da lugar con el tiempo, a un aumento considerable de la energía, que normalmente no se tendría sin esta práctica habitual.
De los seis meses en adelante, de práctica habitual, el practicante puede empezar a realizar y experimentar sin bloqueos importantes de energía, la subsodicha orbita y almacenar la energía producida en el circuito, en el Dan-Tien inferior o centro energético también llamado "hara"por los japoneses, situado en el bajo abdomen. Este centro energético, también se le llama "océano de energía", por tener la propiedad de almacenar toda la energía posible, manteniéndola ahí, hasta que sea necesario usarla en mayor proporción de lo normal para un fin extraordinario, como puede ser la sanación propia o de otra persona, o para elevar el propio espíritu (shen), a una dimensión de conciencia y energía transpersonal.Esto último es lo que diferencia el chi-kung normal, del que ya he hablado, llamado wai-dan, en el cual opera la mente intencionalmente para dirigir la energía, del chi-kung nei-dan, que requiere una mayor vibración energética y espiritual. Esto solo es posible si la energía del Dan-Tien inferior asciende hasta el Dan-Tien medio, sitiuado en medio del plexo solar. A partir de ahora ya no es necesaria la mente intencional, sino que es el espirítu de vitalidad (shen) el que va a repartir la energía allí donde haga falta automaticamente . Naturalmente esto requiere ya un estado de conciencia de vacuidad mental, como en la meditación.
La sanación preventiva del cuerpo, para disminuir en lo posible su deterioro celular y envejecimiento prematuro, se realiza poniendo en movimiento toda esta energía extra almacenada en el bajo vientre , por medio de la misma técnica de visualización mental, que se utilizó para la órbita microcósmica, dirigiendola a todos los meridianos. Pues la buena salud viene dada, antes que nada, por la buena circulación de la energía vital por todas las vísceras u órganos del cuerpo. Pues a todos ellos va dirigido alguno de estos meridianos. Naturalmente cuanta más energía disponible haya en el bajo vientre, mayor cantidad circulará por los organos y visceras , por eso el trabajo diario con la órbita microcósmica es imprescendible y básico.
Lo aquí expuesto, de forma básica y elemental constituye la primera parte de lo que se llama NEII-DAN CHI-KUNG, y ha permanecido oculto durante muchos siglos en el propio país de origen, China, para que todo el poder de transformación biológica que puede tener en el ser humano, no cayera en manos de cualquiera.
La segunda parte del NEI-DAN, aún más sutil y difícil de realizar, solo es asequible a aquellos que han completado la primera, de un forma estable y que además han llegado en la meditación, a estados elevados de consciencia de una forma estable y segura. Por eso, aún en los monasterios, eran pocos los que reunian estas condiciones previas. Por si fuera poco, son muy escasos los documentos sobre esta enseñanza que han llegado a nuestros días.
Lo que si está claro es que la práctica continuada de esta segunda parte del NEI-DAN, conduce a la sublimación de la energía biología extra conseguida en la primera parte, y da lugar a una mayor longevidad y una mayor espiritualidad. Esta última no solo cuántitativamente sino también y sobre todo cualitativamente, pues está mas allá del yo y de la mente.
