Avelino Corma: la gran medalla es también 'un homenaje a la química española'

Avelino Corma, el científico valenciano que hoy recibió la gran medalla de la Academia de las Ciencias francesas bajo la célebre cúpula del Instituto de Francia, dijo en una entrevista con Efe que este honor 'es por supuesto un homenaje a la química y a la química española'.

María Luisa GasparLa Academia le eligió este año entre científicos de todo el planeta, de entre todas las disciplinas, porque 'sus trabajos pioneros' son una 'contribución excepcional a la resolución de los problemas del ahorro de energía y de protección del medio ambiente'.

Poco antes de recibir la máxima distinción de esa Academia francesa, y de convertirse en el primer científico español en hacerlo, Corma, nacido en Moncófar (Castellón), comentó la buena salud de que goza la química española.

'Creo que está muy bien de salud, tenemos algunos grupos muy buenos de científicos trabajando claramente por encima de la media mundial', subrayó.

Lo interesante es que están distribuidos por toda la geografía de España, 'no está todo concentrado en un sitio'; hay grupos en Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, Aragón, Galicia y en otras partes de España, resaltó.

Ahora hace falta que el número de buenos científicos aumente, sea mayor, dijo el fundador del Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el que trabajan más de 200 investigadores.

'A lo largo de estos años', destacó, la media ha aumentado claramente en España, pues a partir de la década de los años 80 'se empezaron a poner algo mas de recursos', al igual que en los últimos años.

Recordó que los científicos españoles hicieron 'muy buen uso' de esos recursos, 'generando grupos perfectamente competitivos a escala internacional' y ahora 'necesitamos más de esos grupos para que algunos de ellos estén continuamente en la frontera del conocimiento, desarrollando los últimos avances'.

'Es lo que pretendemos en el Instituto' dijo quien durante casi 20 años, hasta finales de 2010, dirigiese el ITQ.

Pese a la crisis, 'estos no son momentos de recortar', hay determinadas áreas que no se deben disminuir, 'en todo caso potenciar', estimó Corma, considerado como uno de los mejores investigadores del mundo.

Agregó que si se aspira a tener 'una sociedad del conocimiento, está claro que tendremos que invertir en investigación y saber también en qué áreas queremos fundamentalmente apostar'.

Comparado con otros países, el problema en España es que 'nosotros generamos doctores, investigadores, pero después muy pocas empresas españolas contratan a estos investigadores y doctores que hemos formado', dijo.

'La única posibilidad es reciclarlos dentro del sistema público' pero 'necesitamos que nuestras empresas hagan mas investigación y no asistencia técnica', además de hacer innovación, explicó.

La innovación es importante, 'pero si no hay una buena investigación detrás, al final no hay ni desarrollo ni innovación', previno.

Corma indicó que en sus presupuestos, los fondos estatales no pasan del 30 % del total, mientras que un 20 % proviene de proyectos europeos y un 40% de contratos de investigación con empresas -de ellas entre el 80 y el 90 % extranjeras.

El 10 % restante es producto de licencias y royalties de las patentes generadas y licenciadas, explicó.

'He tratado de no ser totalmente dependiente de fondos públicos', pues según las políticas y los Gobiernos 'estos suben y bajan', lo que impide planificar a largo plazo, comentó Corma, medalla de oro de la década a la investigación e innovación en química 2001-2010 en España desde febrero pasado.

Como hiciese en el discurso pronunciado hoy en el Instituto de Francia, Corma subrayó su convicción en la necesidad de que la ciencia además de profundizar en el conocimiento básico, colabore en crear 'una economía sostenible, que mejore la vida de los seres humanos sin comprometer los recursos para las futuras generaciones'.

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