Un yacimiento de arte rupestre al aire libre en el que destacan 90 paneles con representaciones de la época paleolítica

Conjunto paleolítico de Siega Verde inscrito como Patrimonio Cultural

Uno de los grabados de los yacimientos de Siega Verde, en Salamanca. (Foto: Carlos García)
El conjunto paleolítico español de Siega Verde (Salamanca), un yacimiento de arte rupestre al aire libre en el que destacan 90 paneles con representaciones de época paleolítica, fue inscrito ayer como nuevo Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
La candidatura del conjunto salmantino al título de Patrimonio Cultural fue aprobada ayer por los miembros del Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Unesco), reunidos desde el lunes pasado en Brasilia para su trigésima cuarta reunión.

Siega Verde fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial como una extensión de los sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Coa, en Portugal, por lo que ahora pasarán a formar parte del mismo conjunto cultural. Las representaciones rupestres en ambos sitios vecinos son semejantes.

La zona arqueológica de arte rupestre española está ubicada a 20 kilómetros de Ciudad Rodrigo, en Castilla y León.

Según la Junta de Castilla y León, que postuló la candidatura, el conjunto salmantino fue declarado como Bien de Interés Cultural en 1998.

'Los paneles grabados (en Siega Verde) se distribuyen a lo largo de un kilómetro en la margen izquierda del río Águeda, y se diferencian hasta un total de 645 grabados en los afloramientos de esquisto, representando distintas imágenes, la mayoría naturalistas, identificándose bóvidos (Uros), caballos, ciervos, cabras', según la Junta de Castilla y León.


algunas representaciones

Los investigadores también catalogaron un importante número de representaciones esquemáticas y geométricas.

En la reunión en Brasilia fue aprobada hasta ahora la inclusión de 22 nuevos bienes del Patrimonio Culturales, lo que eleva a 911 el número de lugares incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

Los miembros del Comité del Patrimonio Mundial aún tienen que analizar hasta el martes otras 17 candidaturas presentadas por 33 países. En el año 1988, el arqueólogo Manuel Santonja demostró que los dibujos que había debajo del Puente de Siega Verde (Salamanca), a orillas del río Águeda, no eran pinturas que hacían los pastores para matar el tiempo, sino que eran grabados paleolíticos de hace 20.000 años. Salía a la luz lo que ayer muchos entienden que puede ser el futuro turístico de la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo, después de que el domingo, 22 años después su descubrimiento, la Estación Rupestre de Siega Verde fuera declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, en el encuentro que celebra desde el 26 de julio en Brasilia. 'Ha sido la mayor impresión que me he llevado en mi vida', aseguró en declaraciones a EFE el descubridor de estos grabados, el arqueólogo salmantino Manuel Santoja, actualmente ligado al Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. En total, 94 paneles con casi 600 grabados repartidos por un kilómetro de la margen izquierda del río Águeda, donde se aprecian figuras de bóvidos, cánidos y cérvidos. Santonja era el director del Museo Arqueológico de Salamanca.

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