La falta de recursos obliga a algunas cofradías a recurrir a sorteos o préstamos en Semana Santa

La crisis no consigue mermar la devoción de las procesiones

La crisis económica y los recortes presupuestarios afectaron a la mayoría de las cofradías de España pero no mermaron su fervor, por lo que, pese a las dificultades, saldrán todas en procesión los próximos días si la lluvia lo permite, con algo menos de decoración, pero con la misma devoción de otros años.
Tan sólo algunas provincias como Guipúzcoa, Granada, Cáceres, Badajoz o Álava y comunidades como Asturias reconocen que los problemas económicos no les afectaron. Unas, como las de Guipuzcoa, por no depender de subvenciones o fondos públicos, otras -como las de Granada- por contar con una 'bolsa asistencial o de caridad' que le permitó eximir del pago de cuotas a los cofrades en paro. En Sevilla, la crisis también se vive 'con discreción' y solo se notó en el aplazamiento de algún tipo de restauración de bienes de los pasos, según un portavoz de la Agrupación de Hermandades.

Las cofradías de Málaga, que son autosuficientes y no dependen de subvenciones, tampoco notarán la diferencia este año, con unas procesiones en las que no habrá 'ni menos flores, ni menos bandas de música', dijo el presidente de las hermandades, Rafael Recio.

En Extremadura, ninguna de las ciudades más representativas redujo sus partidas por la crisis y, en algunos casos como en Cáceres, hasta se aumentó la partida que el Ayuntamiento destina a las cofradías de 21.000 a 24.000 euros. De hecho, en localidades como Badajoz, Plasencia (Cáceres) y Jerez de los Caballeros (Badajoz) algunas cofradías estrenan elementos ornamentales en pasos e imágenes.


DECORACIÓN AUSTERA

El resto de las ciudades de España reconocieron dificultades de financiación y se vieron obligadas a imponer la austeridad en las decoraciones, recurrir a colectas y sorteos especiales para costear las procesiones e incluso pedir pasos prestados, como en el caso de la Cofradía de la Virgen de La Soledad, de Madrid.

La imaginación y el esfuerzo personal, las cuotas extraordinarias y suscripciones populares, la supresión de gastos y los fondos de reserva amortiguaron el impacto de los recortes de ayudas públicas en Castilla y León. Así, se paralizaron algunos proyectos para la adquisición de imágenes, pasos o restauraciones de los ya existentes, se redujeron adornos florales y se suprimieron la contratación de bandas de música.

Una hermandad de Zamora, la Real Cofradía del Santo Entierro, se acogió a una suscripción popular para poder salir el Viernes Santo, mientras que en León a punto ha estado de suspenderse la marcha profana de Genarín ante la ausencia de ayudas del Ayuntamiento y del gremio hostelero.

Colectas populares, como en Hernansancho (Ávila), o subastas de productos gastronómicos, como en Béjar (Salamanca), permitieron mantener otras procesiones. También en la Comunidad Valenciana, los desfiles serán 'un poco más austeras' en su ornamentación, flores y bandas de música y la hermandad del Santo Cáliz de la Cena del Cabanyal debió posponer el encargo de un nuevo paso de la Última Cena. Lo que no faltarán son cofrades en las procesiones de este barrio valenciano, ya que las hermandades se organizaron para perdonar las cuotas a los que están en paro, por lo que ninguno faltará a su cita con la devoción.

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