Dos españoles recorren en esquies 300 kilómetros en Svalbard, en el Ártico

El hielo es dueño y señor en Svalbard.
Alrededor de diez glaciares, tres fiordos helados y grandes desniveles de terreno han tenido que superar dos expedicionarios españoles, José Mijares y Hermenegildo Moreno, para recorrer en esquies más de 300 kilómetros en el archipiélago de Svalbard, dentro de círculo polar Ártico. Este accidentado viaje lo llevaron a cabo en la isla Spitsbergen, la más grande de Svalbarg, al norte de la cual comienza la banquisa ártica y desde la que se puede ir al Polo Norte por terreno firme, a 1.000 kilómetros de distancia.

ya el pasado año, los dos deportistas españoles intentaron recorrer esta isla desde el extremo más al norte hasta el cabo más al sur, una dura travesía que se vieron obligados a abandonar.

'Los trineos pesaban demasiado y vivimos una primavera con condiciones extremadamente duras; acabé teniendo congelaciones en los dedos de los pies; por el peso avanzábamos despacio así que tuvimos que dejar parte de las provisiones para aligerar los trineos, hasta que nos dimos cuenta de que sin comida no iríamos a ningún lado. Un helicóptero vino a recogernos', relata 'Hilo' Moreno a EFE.

El recorrido realizado este año, saliendo desde la capital Longyearbyen y menos exigente que el anterior pero plagado de obstáculos, les ha servido para darse cuenta de los errores y corregirlos. 'Hemos avanzado mucho y ya tenemos las claves para poder hacerlo; en 2012 lo intentaremos de nuevo', explica Hilo, que es un experto guía de montaña y ha participado en las dos últimas campañas como guía de los científicos españoles en la base antártica española Rey Juan Carlos I.

Una de las condiciones que ambos deportistas se han impuesto es realizar estas expediciones, englobadas en el proyecto 'Siete de hielo, sin intervención de la mecánica, mediante métodos naturales. De hecho, la empresa que les patrocina, Elea Corporation, se dedica a desarrollar proyectos de sostenibilidad con el medio ambiente.

'Hacíamos siete horas diarias de marcha y, según la dificultad del terreno, un día hacíamos sólo 10 kilómetros y otro 36, en este caso porque llevábamos velas de tracción y los días con viento avanzábamos bastante rápido', explica.

En la isla de Spitsbergen abundan los osos polares, por lo que tuvieron que tomar precauciones. 'Por la noche montábamos una cerca, compuesta por un sedal atado a cuatro palos y si el oso la intentaba traspasar quitaba un pasador y se disparaba una bengala que, normalmente, ahuyenta al animal'.

En total, tuvieron tres encuentros con osos polares, 'pero se encuentran en toda la isla, hay más osos que personas por eso los habitantes de la isla, cuando salen del pueblo, van armados con rifles o pistolas de bengalas, porque la idea no es matarlos sino ahuyentarlos', señala Hilo Moreno.

Algo que les llamó la atención durante su recorrido es 'ver gente que vive como los viejos tramperos, en cabañas sin luz eléctrica y, aunque algunos han cambiado el trineo por la moto de nieve, siguen viviendo de forma autosuficiente, cazando y pescando, vendiendo pieles, usando carne de foca para alimentar a los perros de los que todavía usan el trineo y viajando a la capital sólo lo necesario'.

Spitsbergen es la isla más grande de las Svalbard y la única habitada 'aunque -afirma Hilo- nadie ha nacido en la isla. Las mujeres se van a dar a luz a Noruega, país del que depende este archipiélago helado, porque allí no hay unidad de maternidad.

A lo largo del recorrido se llega a la ciudad de Piramiden, construida por los rusos para albergar una colonia minera, que fue abandonada a toda prisa una vez que la mina se cerró, antes de que se helaran los fiordos. 'Todo está tal y como lo dejaron sus antiguos habitantes antes de partir, incluso algunos armarios siguen con las puertas abiertas'.

El viaje finalizó en Ny-Alesund, punto de partida de muchas expediciones polares y de otras que se hicieron por aire, como las dos que realizó Amundsen, una con aviones y otra con el dirigible Norge, y que hoy alberga una comunidad científica.

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