La propietaria de la Granxa Maruxa, Marta Álvarez, obtuvo por segundo año consecutivo el premio nacional que concede el Ministerio de Agricultura a la mujer rural emprendedora, dentro del certamen Alimentos de España, por la producción de sus galletas de nata ecológicas. El producto ya cuenta con el éxito de, en sólo dos años, llegar a 130 puntos de venta en España, por lo que Marta Álvarez se mostró 'muy contenta y satisfecha' con el éxito de sus 'Maruxas de nata'.
Hace doce años, después de cursar estudios universitarios, Marta Álvarez Quintero decidió hacerse cargo de la explotación ganadera que su familia tenía en el lugar de Cumbraos, en el municipio lucense de Monterroso, y puso en marcha un particular sistema de producción ecológica, basado en el bienestar animal. Entre otras iniciativas, pintó los establos de colores, implantó un sistema de limpieza constante y comenzó a pinchar música clásica para que vacas estuviesen más relajadas y, por lo tanto, aumentasen y mejorasen su producción de leche.
'DIVERSIFICAR EL NEGOCIO'
Una lesión de rodilla, que le obligó a pasar por el quirófano y a estar inmovilizada durante un tiempo, hizo que Marta Álvarez se plantease la necesidad de 'diversificar el negocio de alguna manera', porque 'el sector lácteo lleva muchos años en crisis', reconoció. Después de darle vueltas, pensó en la posibilidad de producir para la venta galletas artesanas de nata, con la receta tradicional que conocía desde su infancia, utilizando en su elaboración leche de su propia granja, certificada por el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (Craega). Además de los premios Alimentos de España a la Mujer Emprendedora, el año pasado se hizo con uno de los doce 'Premios de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales', por el que recibió una subvención de 25.000 euros.
'DIVERSIFICAR EL NEGOCIO'
Una lesión de rodilla, que le obligó a pasar por el quirófano y a estar inmovilizada durante un tiempo, hizo que Marta Álvarez se plantease la necesidad de 'diversificar el negocio de alguna manera', porque 'el sector lácteo lleva muchos años en crisis', reconoció. Después de darle vueltas, pensó en la posibilidad de producir para la venta galletas artesanas de nata, con la receta tradicional que conocía desde su infancia, utilizando en su elaboración leche de su propia granja, certificada por el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (Craega). Además de los premios Alimentos de España a la Mujer Emprendedora, el año pasado se hizo con uno de los doce 'Premios de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales', por el que recibió una subvención de 25.000 euros.
