¿Por qué debe limitarse el consumo de los edulcorantes si no aportan calorías? - Mireia C. (Ourense)
Aunque los edulcorantes no aportan calorías, su uso excesivo puede tener efectos negativos en la salud. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como dolores de cabeza, náuseas o diarrea al consumir grandes cantidades de edulcorantes. Además, los edulcorantes artificiales pueden cambiar los gustos y las preferencias alimentarias, lo que puede llevar a una mayor ingesta de alimentos y bebidas con altas cantidades de calorías y otros componentes poco saludables.
También se ha observado que el consumo excesivo de edulcorantes puede tener efectos negativos en la salud intestinal y en la regulación de la glucemia. Por lo tanto, es importante limitar el uso de los edulcorantes para evitar efectos secundarios no deseados y fomentar hábitos alimentarios saludables.
Existe una cantidad diaria límite recomendada para el consumo de edulcorantes. Las organizaciones de salud, como la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) y como la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) en los Estados Unidos, han establecido niveles de ingesta diarios admisibles (IDA) para diferentes edulcorantes. La IDA es la cantidad de una sustancia que las personas pueden consumir a diario durante toda su vida, sin ningún riesgo apreciable para la salud. Las IDA se expresan generalmente en miligramos por kilogramo de peso corporal al día (mg/kg de peso corporal/día).
Es importante señalar que las cantidades varían según el tipo de edulcorante y para las distintas poblaciones, como las mujeres embarazadas, los niños y personas con condiciones médicas especiales. Por ejemplo, la FDA establece un IDA de 50 mg / kg de peso corporal para la sacarina y la sucralosa, mientras que para el aspartamo se establece en 40mg/kg y para la estevia 4mg/kg.
Si bien los IDA indican la cantidad de edulcorante que se considera segura para consumir diariamente a largo plazo, sigue habiendo controversia en el consumo de los edulcorantes sobre sus posibles riesgos o beneficios sobre todo a nivel metabólico.
Los últimos estudios muestran que los edulcorantes artificiales no son metabólicamente inactivos, es decir que pueden modificar la regulación hormonal y la microbiota intestinal.
Cada día aumenta el consumo habitual de aditivos edulcorantes y es muy probable que sea necesario determinar las cantidades ingeridas y controlar su consumo sobre la población más vulnerable (niños y embarazadas, por ejemplo) para evitar que se sobrepase la cantidad de ingesta diaria recomendada.
En definitiva, es recomendable revisar los límites de consumo específicos de cada edulcorante y seguir recomendaciones de los profesionales de salud para determinar si se ajustan a nuestras necesidades y características individuales.
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