La luna ha despertado interés desde tiempos ancestrales. A lo largo de la historia, diferentes culturas han observado y estudiado la relación entre la luna y la agricultura. Se han creado técnicas basadas en los ciclos lunares para establecer los momentos más adecuados para sembrar, fertilizar y cosechar.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios científicos no han logrado demostrar de manera concluyente que las fases lunares tengan un impacto significativo en el crecimiento de los cultivos.
Sin embargo, muchos agricultores aún siguen utilizando el calendario lunar como una guía por tradición, por creencias personales o quizás como un recordatorio de cuándo realizar ciertas tarea.
Esto se basa en la creencia de que la luna, al igual que influye en las mareas, también afecta la humedad y la savia de las plantas. La luna llena y la luna nueva son momentos por haber una energía más intensa que pueden tener un impacto en el crecimiento de los cultivos.
Algunos ejemplos de cultivos y las fases lunares en las que se cree que son más propicias para su siembra teniendo en cuenta que cada región y cada agricultor pueden tener sus propias prácticas y creencias en relación con la siembra basada en la luna:
Luna llena:
Favorece el crecimiento de las partes aéreas de las plantas, como los tallos y las hojas, por lo que es un buen momento para la siembra y la poda de cultivos de hojas verdes, como la lechuga, las espinacas o el apio.
Se cree que hay mayor absorción de nutrientes por parte de las plantas pudiendo contribuir a un crecimiento más saludable.
Luna creciente:
La energía en esta fase se cree que favorece el desarrollo de las partes reproductivas de las plantas.
Favorable para cultivos de frutos o semillas como pepino, tomate, melón o pimiento.
Luna nueva:
Favorece el desarrollo de las raíces de las plantas por lo que la siembra se hará de cultivos como las zanahorias, cebollas, remolachas o las patatas.
Etapa en que las semillas absorben más agua y nutrientes del suelo.
Luna cuarto creciente:
Se cree que en esta fase se estimula el crecimiento y producción de los cultivos perennes a largo plazo.
Se hace la siembra de los árboles frutales y las plantas perennes como fresas y frambuesas.
