El método Suzuki, una alternativa en Galicia para la enseñanza musical

El famoso método creado por el violinista y pedagogo japonés Shinichi Suzuki se basa en el aprendizaje de la lengua materna

El método Suzuki, una novedosa técnica de enseñanza musical basada en el aprendizaje de la lengua materna, ha llegado a Galicia para conseguir que niños de muy temprana edad adquieran la capacidad de tocar una pieza musical valiéndose de instrumentos a priori complejos como el violín o la viola.

El famoso método creado por el violinista y pedagogo japonés Shinichi Suzuki aprovecha la gran capacidad de aprendizaje de los niños para estimular su talento y utilizar algunos de los principales beneficios de la música como una herramienta educativa.

Paula Colás, violinista y directora del primer centro especializado en el método Suzuki de Galicia, ha detallado a Efe que la clave de esta técnica se encuentra en la participación activa de los padres durante las sesiones, ya que ayudan a crear el ambiente propicio para que, progresivamente y a través de la repetición y el oído, tal y como sucede cuando los bebés empiezan a hablar, los niños sean capaces de tocar una pieza musical.

Y ello sin necesidad de saber leer las notas en un pentagrama y sin las exigencias de otros métodos de enseñanza musical tradicionales.

Aunque es necesario que los niños tenga una mínima autonomía, "aquí es el propio alumno y sus habilidades quienes determinan el ritmo a seguir en cada clase", destaca Paula Colás, por lo que también está indicado para niños con algún tipo de trastorno, como autistas o Asperger, entre otros.

Los resultados son altamente visibles en un corto periodo de tiempo, ya que sus alumnos logran mejorar la coordinación y la concentración, el desarrollo cognitivo y emocional, además de adquirir una disciplina y una mejor autoestima a través de sesiones individuales y grupales de 30 minutos en las que el objetivo es "que los niños se diviertan con materiales muy atractivos y visuales pero con un componente pedagógico muy elevado", asegura.

"Es impresionante ver como un niño de 3 años es capaz de realizar una determinada actividad con la mano derecha, al tiempo que realiza otra diferente con la izquierda, aunque sólo sea durante 30 segundos, eso es muchísimo para las edades de las que estamos hablando", explica Colás.

Si bien no es necesario contar con conocimientos previos en materia musical, los padres reciben una serie de sesiones formativas iniciales para proporcionarles ciertas nociones técnicas sobre cómo ayudar a sus hijos a practicar en casa de la forma adecuada, ya que son los progenitores "los motores de ese aprendizaje".

El vínculo que adquieren padres e hijos a través de esta actividad complementaria que cada día gana más adeptos "es mucho más motivante para ellos que cualquier regalo material que se le pueda dar al niño", puesto que "se crea una unión especial a través de la música que les brinda la satisfacción de pasar más tiempo juntos y adentrarse, de la mano, en una nueva disciplina", un lazo que en el futuro los niños valorarán de forma especial al percatarse de que sus padres han sido claves en su educación musical, asevera la experta acreditada por la European Suzuki Asociation.

Pero el método Suzuki no está limitado a edades tempranas, "todo el mundo puede hacerlo tenga la edad que tenga", y son muchos los adultos que acuden a estas clases para evadirse por una hora del exterior, concentrarse en la música, interaccionar con otra gente y disfrutar de un hobby".

Colás, pionera a la hora de traer el método a Galicia, considera que la acogida por parte de la población ha sido muy grata a pesar de ser una disciplina desconocida para muchos en la Comunidad Autónoma.

Además, señala que el violín aporta un valor añadido a este tipo de formación ya que es un instrumento que atrae especialmente por su vinculación al mundo tradicional y al folk, así como por las numerosas posibilidades que otorga a quienes lo tocan sin estar ceñido estrictamente a lo clásico.

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