El nuevo arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se muestra abierto al diálogo con todas las fuerzas políticas y afirmó ayer que entrará donde le "dejen entrar" y, donde no se lo permitan, hará "todo lo posible por entrar, pero no a la fuerza" durante una rueda de prensa dos días después de tomar posesión como nuevo arzobispo de Madrid en sustitución de Rouco Varela, donde pidió también la ayuda a los medios de comunicación para llevar a cabo su tarea y afirmó -en alusión a su relación con las fuerzas políticas- que va a "hablar con todos" porque es "de todos".
"Yo tengo una única adscripción, que es a Jesucristo y Él me adscribe a todos los corazones de los hombres", señaló en respuesta a un pregunta sobre cómo va a ser su relación con los partidos políticos.
Osoro destaca que cada uno sirve a la sociedad "de una manera distinta" y que aunque "humanamente igual me puede gustar más una forma que otra", como arzobispo no se puede dejar llevar por su manera de pensar, sino por lo que dicta "alguien que es mucho mas grande, que es Jesucristo".
El nuevo arzobispo de Madrid permitió escuchar a los medios un mensaje que el papa Francisco le dejó en el contestador del teléfono móvil. "Monseñor Osoro, soy el papa Francisco para desearle lo mejor en su arzobispado. Más tarde estaré llamando", agradeciendo al pontífice este gesto de cariño.
Osoro advirtió de que en la actualidad el ser humano sufre la "enfermedad de las tres 'd'", que son el desdibujamiento, el desencanto y la desorientación y ha alertado de la "tentación" de sentirse "propietario y patrón" de la Iglesia.
